l Frente Polisario denunció ayer que la complicidad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha facilitado a Marruecos escalar sus agresiones contra la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que ayer conmemoró el 45 aniversario de su proclamación.
De acuerdo con el Polisario, que lucha por la independencia del Sahara Occidental y el fin de la ocupación colonial marroquí, el organismo multilateral debe persuadir a Rabat de cesar su anexión ilegal de dos terceras partes del Sahara Occidental y celebrar el referéndum establecido en 1991 por la Misión de Naciones Unidas para el Sahara Occidental (Minurso).
El actual recrudecimiento del conflicto entre Rabat y el pueblo saharaui se inició en noviembre pasado, cuando el ejército marroquí se desplegó en Guerguerat, localidad usada como paso fronterizo entre Marruecos y Mauritania, pese a que se trata de una zona desmilitarizada bajo control de la fuerza de interposición de la ONU. La posición beligerante de Rabat se vio impulsada al mes siguiente debido a un acto de provocación perpetrado por Donald Trump: como un último gesto hacia Israel cuando ya sabía que en enero tendría que abandonar la Casa Blanca, el magnate reconoció la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, a cambio de que el régimen de Mohammed VI entablara relaciones diplomáticas con Tel Aviv.
La maniobra de Trump fue tan execrable y contraria a la legalidad internacional como los actos del franquismo que dieron origen a un conflicto que ya se prolongó por casi medio siglo y causó un sufrimiento incuantificable al pueblo saharaui. Desde que logró su independencia de España y Francia en 1956, Marruecos presionó a la primera para que le entregara los territorios del Sahara Occidental, que continuaron bajo control de la metrópoli europea hasta 1975.
Ese año, preocupados por el complejo escenario interno que vaticinaba la agonía del dictador Francisco Franco, los ministros del tirano determinaron ceder ante el empuje marroquí (respaldado desde entonces por Washington), y abandonar apresuradamente su colonia norafricana. Esta cesión de territorios traicionó los compromisos adquiridos con los habitantes de lo que entonces se llamaba Sahara Español, y violentó los mandatos de la ONU.
Cabe esperar que los anhelos de libertad del pueblo saharaui prevalezcan sobre la ocupación colonial de Marruecos, y la casi total indiferencia de la comunidad internacional.