Democracia envenenada
n varias ocasiones escuché decir a Miguel Ángel Granados Chapa que el dinero es veneno para los partidos políticos
. Y lo es. Hay tanto dinero en la dinámica electoral que la política resulta más atractiva a buscadores de oro
que a líderes sociales capaces y con ideales auténticos. Los partidos políticos parecen clubes de futbol que intercambian jugadores sin diferenciar ideología. Partidos millonarios y pueblo pobre
es la fórmula de la democracia en México.
La gente pregunta si acaso es imposible que gobiernen políticos decentes y honorables, pues hace muchos años que corruptelas, violaciones a la ley y a derechos humanos por parte de políticos llenan la prensa y las redes. Necesitamos desparasitar el sistema político y no seguir manteniendo supuestos legisladores y funcionarios que, sexenio tras sexenio, se acomodan en los puestos y amasan fortunas, sin cumplir con los ciudadanos, ya que son serviles al partido y al líder en turno. Debemos pensar en algunos controles que pongan fin a esta situación. Aquí se propone:
Quien represente a un partido político en las cámaras no podrá después representar a otro partido. Ningún legislador podrá repetir como tal en más de dos períodos continuos o discontinuos.
Para que cada partido políti-co obtenga y conserve registro, debe someter a prevotación sus programas de acción para garan-tizar su calidad y originalidad. Especial interés tendrán programas en favor de la infancia, la salud, la educación, la ciencia y la cultura.
Los partidos deben demostrar que cuentan con un centro de estudios y de formación éti-ca de militantes.
El financiamiento a partidos debe reducirse al máximo y cada cual buscar financiamiento, cuyo origen ha de comprobarse para evitar lavado de dinero y otras fuentes no identificables.
Nadie podrá ser funcionario público por más de dos períodos de gobierno, continuos o discontinuos. Todo candidato debe pasar por exámenes de salud mental.
Sólo con reglas y normas como las anteriores, México podrá recuperar el sentido honorable de la política y lograr que lleguen al gobierno los más capaces, en vez de los más audaces.
PS: Por amor al amor, pedi-mos bloquear a narco-candidatos y violadores.