El tulipán holandés se ha convertido en la flor preferida para celebrar el Día del Amor y la Amistad, hay más de 16 colores, y cada uno de ellos tiene un significado diferente. En su origen fue un cultivo silvestre, pero ahora son plantas mejoradas de las que cada año llegan unos cinco colores diferentes.

Es un cultivo que requiere una inversión fuerte de dinero y, por ello, en este año pandémico la producción de esta planta de ornato disminuyó. Esta situación augura que los floricultures de tulipán holandés coloquen en el mercado toda su producción.

En un recorrido organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el ingeniero Juan Carlos Galicia Ramírez, productor de tulipán holandés de Xochimilco, explicó a La Jornada que los bulbos son de importación, vienen de Chile y Holanda, principalmente.

Este es un cultivo de frío, que ha ido tomando cada vez más mercado, su competencia eran las rosas y antes el clavel, pero ahora es más demandado el tulipán para estas fechas, se puso de moda.

El biólogo Juan Manuel Camacho Altamirano, de la representación de la Sader en la Ciudad de México, detalló que estas “plantas bulbosas de importación se cultivan en otoño-invierno, se empiezan a vender en diciembre y enero. Hay pocos productores en la capital del país, porque los bulbos son caros y los productores deben vender toda su producción para recuperar la inversión.

El mercado se redujo más de 50 por ciento

Galicia detalló que en Xochimilco son unos 15 productores de tulipán, de un total de dos mil productores de ornamentales. Como la inversión es fuerte, somos pocos y, además, la programación se hace un año antes; se pide y se da anticipo. Comentó que con el Covid-19 el cultivo fue menor, por lo que para este ciclo sólo ocho floricultores sembraron. Casi a la mitad no les tocó bulbo, porque por la pandemia entró la incertidumbre, y como tienes que hacer la programación un año antes, muchos cancelaron. Como somos menos, sí se está vendiendo, pero no a la rapidez de otros años. Si antes vendíamos 5 mil por día, ahora son unas 2 mil, pero sí se está vendiendo.

Detalló que el bulbo no se encareció, pero sí lo hicieron algunos insumos como el sustrato y los químicos importados, que subieron alrededor de 25 por ciento. No obstante, lo que define el precio es la demanda.

Cada maceta (el tulipán no es una flor de corte) tiene tres bulbos y cada uno cuesta unos 5.50 pesos, a ello se suma el costo de la maceta, la mano de obra y los insumos, para producir unas 10 mil macetas se requiere 220 mil pesos de inversión. Su vivero produce 80 mil.

Muchos de los clientes compraban tulipanes para decorar restaurantes, iglesias, sitios ceremoniales, hoteles y salones de fiestas, por ejemplo, pero este año eso no ocurrirá dadas las restricciones derivadas de la pandemia, ahora las expectativas están en las casas particulares y en los enamorados.