Especialistas de El Poder del Consumidor y Salud Crítica respaldaron que la Secretaría de Economía (SE) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) retiren del mercado productos que no reportan información verídica u omiten datos a los consumidores, como el caso de los quesos que utilizan la leyenda 100 por ciento leche, pero no lo son ya que adicionan grasa vegetal.

Esto es publicidad engañosa, se está vendiendo un producto que no corresponde a la denominación y que además tiene otros ingredientes que de pronto se utilizan para algunas cuestiones tecnológicas o abaratar los costos de producción, dijo Paulina Magaña, coordinadora del área de salud alimentaria de El Poder del Consumidor.

La SE y Profeco informaron el martes pasado que para evitar el engaño a los consumidores y con el fin de proteger sus derechos, se prohibía la comercialización de más de 20 productos denominados como queso, de 19 marcas, y dos tipos de yogur natural, sobre éstos últimos se señaló que los incumplimientos detectados son por adicionar azúcares y no cumplir con el contenido mínimo de leche.

Magaña expuso que no es la primera vez que se presentan casos de este tipo. Profeco periódicamente hace verificaciones aleatorias y se han encontrado varias inconsistencias. Recientemente, en el análisis de ciertos productos de atún se detectó que contenían una gran cantidad de soya y no se declaraba como tal.

Ante esta situación, consideró que retirar los productos que incumplen con las normas oficiales mexicanas, obliga a las empresas a declarar lo que es y ofrecer mejores alimentos en el mercado.

Por su parte, Ana Larrañaga, directora de Salud Crítica, dijo que otros de los casos que se han detectado engaños al consumidor es en productos que anuncian que contienen miel de abeja pero realmente utilizan jarabe de maíz de alta fructuosa o galletas y barras de cereales que en su publicidad destacan una variedad de frutas pero en la lista de ingredientes apenas contienen uno por ciento, por ejemplo, de mermelada de fresa.

Por ello, calificó como positivo que se dé prioridad a las sanciones para que los consumidores no queden expuestos a estas irregularidades y que a la par, las autoridades puedan resolver estas inconsistencias con las empresas.

La especialista también destacó que es falso que con medidas de este tipo se frene el empleo. En todos los países existen agencias reguladoras, en Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea tienen normas sanitarias que son muy firmes y también retiran productos que incumplen y engañan al consumidor, sin que esto repercuta en la generación de puestos de trabajo.