Domingo 27 de septiembre de 2020, p. 26
La península de Yucatán es un importante reservorio de carbono azul, más de 60 por ciento se encuentra almacenado en sus manglares y mitiga el equivalente a las emisiones de dióxido de carbono generadas por más de 50 millones de personas.
Sin embargo, el crecimiento de polos de desarrollo como Cancún y Playa del Carmen está asociado a la pérdida de este ecosistema, así como al de 7 mil hectáreas de selva, alertaron especialis-tas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras instituciones de educación e investigación durante el foro virtual El futuro de la Península de Yucatán, organizado por el Instituto de Ecología (IE) y la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) unidad Mérida.
“Mucho de lo que pasa en ecosistemas como el de la península de Yucatán tiene redes de interconexión muy complejas, construidas sobre largos periodos y en circunstancias particulares que pueden ser relativamentemuy fáciles de perturbar, pero muycomplicadas de restablecer.
En ese sentido, los cambios no necesariamente son reversibles y existen puntos críticos que una vez traspasados hacen un regreso a las buenas condiciones casi imposible. Hay puntos de no retorno que más nos vale saber dónde están para no pasarlos y esa es una idea esencial de la sustentabilidad
, advirtió el coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, William Lee Alardín.
Luisa Falcón, investigadora del IE, expuso que el objetivo primordial del foro fue analizar, de manera transdisciplinaria, los factores positivos y negativos para el desarrollo de la península.
Una de las conclusiones a las que llegaron es que la tasa de deforestación de selva y las prácticas agrícolas intensivas están asociadas directamente a los problemas de calidad del agua de sistemas como la Laguna de Bacalar.
Consideraron fundamental que grandes zonas de selva permanezcan sin efecto grave de la actividad humana, como el área de Calakmul. Su importancia radica en que se conecta con reservas de Belice y Guatemala, para conformar la zona más importante de este tipo de selva a escala mundial. Es el último relicto que queda
, subrayó Falcón.
Además identificaron al cambio climático, contaminación de las fuentes de abastecimientode agua potable, cambios de uso desuelo, crimen organizado, descomposición social de los grandes centros turísticos, migración e inseguridad como algunos de los factores que ponen en duda el modelo de desarrollo establecido en Cancún o Playa del Carmen.