El impacto económico a los gimnasios por el cierre para mitigar la propagación de contagios de Covid-19 asciende a 6 mil millones de pesos y afecta a alrededor de 300 mil trabajadores, aseguró la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes (Amegyc).

En entrevista, Rodrigo Chávez, presidente de esa organización, señaló que el golpe a ese sector ha sido grande. Cada mes transcurrido ha representado una pérdida de 2 mil millones de pesos, por lo que en tres se han acumulado 6 mil millones.

Sin embargo, destacó, no sólo las empresas han resentido los estragos de la pandemia, sino también los 100 mil trabajadores que laboran en esos establecimientos, a los cuales se suman otros 200 mil que acuden a esos centros para ofrecer servicios, como profesores de diferentes disciplinas y entrenadores.

Añadió que 20 por ciento de gimnasios y clubes agremiados a la Amegyc no han alcanzado acuerdos con arrendatarios de establecimientos y han tenido que pagar la totalidad de las rentas y mantenimiento.

En algunos lugares, detalló, se ha pactado cubrir sólo 25 o 30 por ciento de rentas, en las que puede estar incluido el mantenimiento, mientras en otros se ha convenido 50 por ciento.

Pese a ello, señaló, los gimnasios y clubes que representa buscan reanudar operaciones sin que ello signifique un riesgo para la salud de sus clientes, pues tendrán que trabajar a 40 por ciento de su capacidad.

Dijo que están en pláticas con autoridades de diferentes estados y en algunos ya tienen fecha para reiniciar actividades este mes. En otras, apuntó, será a principios de julio, y se prevé que en esa temporada ya estarán operando al menos 40 por ciento de unidades.

Sin embargo, en lugares como Ciudad de México y estado de México, donde la situación sanitaria aún es crítica, no sólo por el nivel de contagios sino porque podrían reabrir hasta que el semáforo esté en verde, continúan dialogando con las autoridades.

Los establecimientos, explicó, trabajarán a 40 por ciento de su capacidad, porque no podrán tener horas pico, como anteriormente se daba, pues es preciso que se mantenga la distancia social y se siga atendiendo a usuarios vulnerables a distancia, entre otras medidas de prevención.

Agregó que la Amegyc creó un manual muy estricto que retoma prácticas instrumentadas en otras partes del mundo y recomendaciones de expertos en salud.

Entre éstas, subrayó, está utilizar señalética para mostrar el sentido de los pasillos, con el fin de evitar que las personas se crucen; limpiar los aparatos de ejercicio; mantener una separación entre usuarios y, en caso de ser un lugar reducido, utilizar mamparas de acrílico y tener un sistema de citas para no rebasar 40 por ciento de la capacidad del lugar, entre otras.