Empresas y sindicatos de la rama automotriz podrían estar listos para reactivar actividades desde el 18 de mayo, pero no lo harán hasta contar con el aval del gobierno federal, indicó Eduardo Miranda Ibarra, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores en la Industria Ensambladora, Automotriz, Electrónica y Comunicaciones en General, adherido a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).

Luego de que empresas automotrices en Estados Unidos que requieren insumos o autopartes elaboradas en México han solicitado que se reactive este sector en el país, Miranda Ibarra afirmó que los directivos de diversas compañías proponen una reapertura controlada, pero no han decidido que se inicien labores en alguna fecha en específico, ya que están supeditados a lo que el gobierno determine.

Como ejemplo, dijo, la empresa Faurecia, con siete plantas en Puebla, ya está pidiendo que se reactiven operaciones, pero definitivamente, y este es un acuerdo entre la empresa y el sindicato, solamente esperan que el gobierno autorice la reactivación, entonces podría ser que se iniciaran operaciones, que serían muy escalonadas.

En algunas plantas, explicó, la propuesta es iniciar con 50 trabajadores simultáneos como máximo.

A la vez, se planteó un protocolo que establece distribuir para cada trabajador cuatro cubrebocas por jornada, además de desinfectar toda la nave antes de cada turno, laborar con batas y guantes, medición constante de temperatura y separación de dos metros entre cada empleado.

Lo que no estaba contemplado es el transporte, pero el sindicato lo pidió con un servicio de autobuses que se desinfecten diario, dos o hasta tres veces al día, agregó, además de solicitar que la empresa se comprometa a hacer pruebas para detectar el Covid-19 a quienes presenten síntomas.

Para el uso de comedor se propone que sea por grupos pequeños.