El primer año de la Secretaría de Cultura federal encabezada por Alejandra Frausto Guerrero tuvo situaciones tensas y acciones bien recibidas, entre las que destacan la defensa del trabajo de los artesanos mexicanos y la creación del Complejo Cultural Los Pinos.

Apenas se iniciaba 2019 cuando los trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), contratados por el Capítulo 3000 (por honorarios), se manifestaron contra los despidos y el adeudo de pagos de esa dependencia.

Los inconformes tomaron las calles para exigir a Frausto que atendiera su caso. Esas protestas volvieron hace unos días.

También hubo un desencuentro con becarios del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), luego de los ajustes que planteaba el primer director de esa instancia, el escritor Mario Bellatín, quien renunció y fue sustituido por Marina Núñez, quien promovió el diálogo entre creadores y calmó los ánimos.

En el plano internacional, la dependencia pidió explicaciones a la firma Carolina Herrera por la utilización en su nueva colección Resort 2020 de diseños inspirados en la riqueza cultural mexicana. En una carta de Frausto dirigida a los responsables de esa marca exigió ‘‘una explicación por el uso de diseños y bordados de pueblos originarios”.

La respuesta de la empresaria Carolina Herrera fue que sentía admiración por el trabajo de los artesanos mexicanos, ‘‘con esta nueva colección he intentado poner en valor a este magnífico patrimonio cultural”.

En mayo, la polémica se desató en el Palacio de Bellas Artes cuando se efectuó un homenaje por el cumpleaños 50 del líder de la Iglesia evangélica La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García. En el recinto se presentó la ópera El guardián del espejo para celebrar su ‘‘jubileo”.

Las autoridades culturales recibieron críticas de diversos sectores por permitir ese evento. Frausto debió responder en conferencia de prensa, junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, para explicar lo sucedido. La sorpresa días después fue el arresto de Joaquín García por la policía estadunidense bajo cargos de pedofilia, pornografía infantil y violación.

En junio el gobierno de México, por conducto de las secretarías de Cultura y Relaciones Exteriores, intentó detener un subasta de la casa francesa Millon en París, que puso a la venta 120 piezas de arte precolombino; 95 se identificaron como pertenecientes al patrimonio cultural de México.

La conversión de la antigua residencia presidencial en el Complejo Cultural Los Pinos es un logro de la actual administración federal.