Pasión, la única receta, dice Paola Espinosa
La experiencia me enseñó que lo mejor es hablar con resultados
La clavadista fue reconocida por 25 años de esfuerzo y metas cumplidas
Domingo 10 de noviembre de 2019, p. a14
Un cuarto de siglo respaldaron a Paola Espinosa Sánchez para obtener el Premio al Mérito Deportivo. Todos estos años de experiencia me han enseñado que lo mejor es hablar con resultados
, afirma la multimedallista de clavados con una trayectoria de podios en Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales y máxima ganadora de preseas panamericanas con 15 metales de los tres colores en plataforma y trampolín, individual y sincronizados.
Una carrera contra el tiempo, donde no hay ninguna receta más que la pasión y cada momento de mi vida lo estoy aprovechando
, dice con aplomo la mejor clavadista de México a la que nada más le falta la cereza en el pastel para dar el adiós definitivo en su quinta competencia olímpica: Tokio 2020.
Esta vez el Premio Nacional de Deportes, distinción que ha ganado en 2003, 2007 y 2009, tiene un significado especial, porque representa el largo camino que ha transitado y llega en el momento idóneo en la modalidad de méri-to deportivo por trayectoria.
Con su pequeña hija y doña Fina, su mamá, que siempre ha estado con ella desde que comenzó a los siete años de edad en La Paz, Baja California, Paola atiende la llamada de La Jornada y hace una pausa del cotidiano trajinar que tiene todos los días en Guadalajara para llevar y buscar a Ivana a la escuela, entrenar, ir a sus terapias, con la nutrióloga (pesa 50 kilos), atender su fundación, dar conferencias y ser ama de casa.
–¿Muchos años de reflexión y cambios?
–Estoy contenta, emocionada, han sido 25 años de esfuerzo, trabajo, de sueños y metas cumplidas. De muchos cambios en mi vida y en especial que llegaron en este momento y con lo que hicimos en esta temporada. Ha valido la pena.
“Volteo hacia atrás de una carrera que yo sola creé y eso me llena de felicidad, orgullo, motivación, lo vivo como un momento único, porque ha sido mi esfuerzo para seguir trabajando fuerte y en el camino indicado.
“Tengo la fortuna de tener como entrenador a Iván Bautista y me lleva al límite. Haber ganado otra medalla mundial con el pase olímpico –bronce sincronizados tres metros con Melany Hernández, en Gwangju–, me alienta más.
Vienen cosas importantes el próximo año con Series Mundiales, Copas del Mundo. Me siento plena y lo más bonito es que todo lo que hago ha sido por disciplina, dedicación y sueños. Los Juegos Olímpicos me esperan y lo único que pido es que sean muy buenos
, afirma con gran ilusión la clavadista de 33 años de edad.