La federalización de los servicios de salud se limitará a las entidades que de manera voluntaria acepten firmar los acuerdos de coordinación con el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el cual tendrá a su cargo el plan de atención médica y fármacos gratuitos en el país. 

Así lo establece el proyecto de dictamen de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados sobre la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud, presentada por Mario Delgado. Se votará esta semana en esa instancia para luego pasarlo al pleno de San Lázaro.

En el documento, cuya copia tiene La Jornada, se ratifica la de-saparición del Seguro Popular y su estructura financiera. También que para abatir el rezago en infraestructura y complementar el abasto de medicinas se tomarán recursos del fondo de protección contra gastos catastróficos, el cual cambiará de nombre a Fondo de Salud para el Bienestar (FSPB). 

El planteamiento terminaría con el esquema que ha funcionado desde enero de 2004 pero que, según el análisis de la actual administración, no cumplió con sus objetivos de garantizar el derecho a la salud de las personas sin acceso a la seguridad social. 

A fin de asegurar la transparencia y de contar con dinero para mantener la cobertura de los padecimientos complejos y de muy alto costo, la comisión de legisladores que elaboró el proyecto de dictamen plantea la creación de tres subcuentas dentro del fideicomiso del FSPB, para enfermedades de alto costo (66 intervenciones ya cubiertas), infraestructura y medicamentos.

En los artículos transitorios de la Ley quedaría establecido que a la entrada en vigor del nuevo ordenamiento, las personas que estén afiliadas al actual Sistema de Protección Social en Salud (SPSS), continuarán en pleno goce de los derechos que les correspondan, es decir, con sus tratamientos, y serán pagados por el FSPB.

Pese a que los acuerdos entre el Insabi y los gobiernos de los estados serán voluntarios, el proyecto señala que se refrenda la construcción gradual de un Sistema Nacional de Salud, que terminaría con el actual esquema fragmentado.

Dice que para ello se reorganizará el marco regulatorio y se harán las inversiones necesarias. Además se fortalecerán los recursos humanos y la investigación innovadora. 

Plantea que se mantendrán las fuentes de financiamiento que han operado desde años pasados: el Ramo 33 Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA); Ramo 12 Secretaría de Salud; Ramo 12 IMSS-Bienestar; y los recursos propios de las entidades federativas; con un uso más eficiente para generar ahorros.  Estos se reinvertirán en las áreas prioritarias. 

Además, señala que el presupuesto para el sistema de salud tendrá alzas en niveles por encima de la inflación, y sin comprometer la situación financiera del sector público ni desplazar otros gastos sociales.

Entre los cambios hechos a la iniciativa del coordinador de los diputados de Morena está que la dirección y administración del nuevo Insabi estarán bajo la responsabilidad de una Junta de Gobierno, presidida por el secretario de Salud.