Lunes 21 de octubre de 2019, p. 28
El paso de la miscelánea fiscal 2020 por la Cámara de Diputados tiró la pretensión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de actualizar la tasa con que se gravan bebidas azucaradas y tabaco, así como de retener impuestos a las personas que venden por catálogo.
En el primer caso, ya se aplica un impuesto especial de producción y servicios (IEPS), que es de 1.17 pesos por litro. La apuesta del gobierno federal era modificar esa tasa, a 1.27 pesos, para recaudar mil 994 millones de pesos adicionales en 2020.
Para los cigarrillos, lo mismo. La SHCP llevó a la cámara el debate de actualizar el impuesto existente. De los 35 centavos que implica la cuota actual para el tabaco labrado, el documento base proponía subirlo a 49 y con ello sumar 4 mil 917 millones de pesos en 2020.
Ninguna propuesta pasó. Con las modificaciones a la Ley del Impuesto Especial de Producción y Servicios, el gravamen quedará atado al crecimiento de la inflación real al cierre del año (el estimado, hasta el momento, es de 3 por ciento). Una vez que se tenga el dato, se definirá el incremento en la contribución a dichos productos.
Datos de la SHCP evidencian que esos impuestos –a bebidas azucaradas y tabaco– representan 0.7 y 1.2 por ciento de los ingresos tributarios, respectivamente. El comportamiento de ambas cuotas lleva resultados mixtos en lo que va del año.
Por bebidas azucaradas se ha recaudado, entre enero y agosto pasados, 0.4 por ciento menos que en 2018. En tabaco labrado hay un avance de 6.1, tendencia que no equipara otro IEPS fuera de aquellos a gasolinas.
En el rubro del impuesto sobre la renta (ISR) se descartó retener contribuciones a quienes venden productos por catálogo o multinivel. El documento enviado a la cámara contemplaba un esquema para que Hacienda garantizara ingresos por esa actividad.
La medida propuesta reduce la carga administrativa de millones de personas que se dedican a vender de manera independiente, ya sea por mecanismo de venta directa o a través de catálogos
, argumentaba. El postulado se dejó de lado, y ahora el Servicio de Administración Tributaria deberá diseñar un esquema para facilitar el pago.