La exposición relata el arribo y exilio del padre del artista en México // La migración actual se irá arreglando aquí, augura en El Colegio Nacional
Sábado 17 de agosto de 2019, p. 3
El vapor Ipanema navega de nuevo, ocho décadas después, a través de los recuerdos del artista Vicente Rojo, quien reconstruye la memoria de su padre, uno de los 994 exiliados españoles que abordaron ese barco rumbo a México en 1939.
‘‘Si se animan a acompañarme, quiero que entiendan y sientan que esta exposición se ha hecho gracias a ustedes”, sostuvo el creador ante decenas de amigos y admiradores de su obra, los cuales colmaron el patio central de El Colegio Nacional durante la inauguración de la muestra, la tarde del jueves.
Se trata de 80 años después: cuaderno de viaje de Vicente Rojo Lluch, exposición ‘‘íntima, que se puede ver y leer, pues hay fragmentos del diario del Ipanema, para que se den una idea del hombre que dejaba a su esposa e hijos en Barcelona para embarcarse en Francia con destino a México”, explicó el artista.
Vicente Rojo acotó que los migrantes de hoy son muchísimos comparados con los que llegaron a México en la época de su padre. Los migrantes actuales, lamentó, ‘‘se la pasan esperando, esperando quién sabe qué, no saben adónde van a llegar; en cambio, cuando el exilio español se embarcó a este país, sabíamos que llegábamos a muy buen puerto, no es el caso de estos miles de ahora.
‘‘México siempre es muy acogedor, pero nunca había tenido tal cantidad de migrantes, de alguna manera se irá arreglando porque México es así, si no, nosotros no estaríamos aquí. Hace 80 años la migración era muy bien entendida, era una nación diferente, acababa de pasar una revolución armada y se estaba creando un país, la migración ayudó en eso.
‘‘La migración que llegó en el 39 con mi padre, eran personas muy especializadas, lo mismo si se trataba de un campesino o un obrero, un filósofo o un ingeniero, un poeta o un pintor. Llegué 10 años después, pero aquí me formé como un mexicano más. Llegué en mayo del 49, y en octubre ya tenía la nacionalidad mexicana, siempre pensé que este sería mi país y lo sigue siendo después de 70 años.”
Texturas, colores marinos y collage condensan travesía
En la nueva sala de exposiciones de El Colegio Nacional se presentan 32 cuadros de pequeño formato, elaborados con técnicas mixtas sobre madera con cartón. Texturas, colores marinos, y el collage son las herramientas que ayudan a Rojo a condensar la emotiva historia de la llegada de los pasajeros del Ipanema a Veracruz, una tierra alegre y llena de luz.
‘‘Mi padre era ingeniero y estaba un poco asustado porque tenía un niño de 17 años con vocación para dedicarse a cuestiones artísticas”, rememoró Rojo; ‘‘me gustaba dibujar, quería aprender a pintar, él respetó esa vocación, pero siempre sentí que tenía duda de que su niño pequeño pudiera defenderse.
‘‘Me he defendido hasta ahora y lo he hecho muy bien acompañado, no estaría aquí si no fuera por todos ustedes”, dijo el artista, para después recibir un prolongado aplauso.
Vicente Rojo recorrió la exposición acompañado por su esposa, la escritora y colaboradora de La Jornada Bárbara Jacobs, y amigos como Cristina Pacheco, Alberto Ruy Sánchez, Héctor Manjarrez, Vicente Quirarte y Cuauhtémoc Medina.
La exposición 80 años después: cuaderno de viaje de Vicente Rojo Lluch se realizó por invitación de Adolfo Martínez Palomo para que el artista colaborara en la semana que El Colegio Nacional (Donceles 104, Centro Histórico) dedica al exilio español. Concluirá en octubre.