La autora de Jaulas vacías leerá un fragmento de su obra el viernes 9
Viernes 2 de agosto de 2019, p. 4
Lo fantástico con ‘‘un fuerte anclaje en la realidad, que después se diluye”, es el eje de los cuentos reunidos en el libro Jaulas vacías; los personajes ‘‘entran en lo sobrenatural como respuesta al estrés, los ataques de pánico, la soledad, el abandono y la impotencia”, explica su autora, Bibiana Camacho.
La narradora leerá un fragmento de esa obra publicada por Almadía el viernes 9 a las 14 horas en la biblioteca Gregorio Samsa de la Central de Abastos de la Ciudad de México (Río Churubusco s/n).
‘‘Me gusta jugar con esa percepción de que lo sobrenatural siempre pulula alrededor de nosotros y hay que poner atención; te tiene que pasar algo o tener sensibilidad para que lo veas”, explica Camacho (CDMX, 1974) en entrevista conLa Jornada.
Camacho refiere que en el libro Voces de Chernóbil una de las personas entrevistadas por Svetlana Alexiévich, le pregunta: ‘‘‘¿no es cierto que las fábulas con seres fantásticos que nos contaban de niños eran ciertas?, ¿describían lo que sí estaba pasando?’ Guadalupe Dueñas decía que el hecho de que no lo veas, no quiere decir que no esté pasando enfrente de ti.
‘‘Ese texto y La guerra no tiene rostro de mujer parecen auténticos testimonios de terror; podrían ser un corto de la Dimensión desconocida sin ningún problema. La frontera entre realidad y fantasía es muy difusa.”
Separación de niños
Jaulas vacías reúne 17 relatos contados en primera persona, con mayoría de protagonistas femeninas. ‘‘Muchos perfiles de mí misma, pero también de personas cercanas. Algo que me interesa, que está en el libro, es la relación entre dos mujeres, no necesariamente en conflicto: de amor, cariño, indiferencia, a veces de odio”, sostiene Camacho, también editora.
El relato que da título al libro aborda la separación de niños migrantes. ‘‘Es escalofriante. Ha ocurrido desde hace tiempo, pero ahora de manera más escandalosa. La gente que trabaja ahí, que le ordenan separar y meter a los niños en jaulas, ¿qué tiene en la cabeza?, ¿no hay sentido común?, ¿no hay sensibilidad?, ¿no tienen hijos? Igual que con los nazis, decían: ‘yo nada más cumplía órdenes’. Ese cuento derivó de esa frase, aunque mi propuestaes desde la ficción”.
Las desapariciones, tema de algunos relatos, ‘‘me causan conflicto y dolor imaginarme que alguien desaparezca. Siempre me pongo en el lugar de los que se quedan. Mis narraciones son del lado de quien no desapareció, pero perdió a alguien y no sabe cómo, dónde o por qué”.
En la obra de Alexiévich es ‘‘una desaparición distinta y muy aterradora. En el lugar donde vivías, creciste y pensaste que ibas a morir, ya no puedes vivir ahí. Está infestado de radiación. Entonces se los llevan, es como una pérdida de identidad. La historia de la humanidad siempre ha estado plagada de esos terrores provocados por las personas”.
Muchos relatos de Camacho no tienen conclusión. ‘‘Me gusta esa estructura. Silvina Ocampo la practicaba mucho: darte una historia y después dejarla un poco en el aire. Como lector y escritor me gusta imaginar posibles cierres, pensar que el cuento no cerró o qué sigue”.
En ‘‘Siempre estoy para ti” hay reflejos ‘‘con el movimiento #MeToo y la explosión de un feminismo muy complejo, necesario, con muchos matices y que no logra cuajar bien en los ámbitos en los que quiere implicarse. Hombres y mujeres tenemos mucha responsabilidad en lo que ocurra con nuestras relaciones amorosas”, sostiene Bibiana Camacho.