El Congreso de la Unión está listo para elaborar una nueva ley general de las juventudes, en la que se tomarán en cuenta las propuestas y aportaciones de ese sector, señaló el presidente del Senado, Martí Batres, al inaugurar un foro en la materia.

Destacó que en esta legislatura se han aprobado reformas importantes en favor de los jóvenes; por ejemplo, la que garantiza la educación pública superior gratuita, plasmada en la nueva reforma educativa. Un derecho, recalcó, que se había negado de forma sistemática por los gobiernos anteriores.

A su vez, la senadora Citlalli Hernández Mora (Morena) resaltó que esta generación de jóvenes debe hacer las cosas de manera distinta, sin importar ideologías, preferencias personales o partidistas, ya que sin duda participarán en la reconstrucción del país y formarán parte estratégica de la Cuarta Transformación de la nación.

Explicó que ese foro –denominado Jóvenes, cámara, acción– enriquecerá la iniciativa para la ley general de juventudes, legislación que se había tratado de impulsar, sin éxito, pero que ahora será una realidad y en la que la juventud será sujeto de derecho.

La presidenta de la Comisión de Juventud y Diversidad Sexual de la Cámara de Diputados, Reyna Celeste Ascencio Ortega (Morena), apuntó que gracias a esos foros convocados se han enriquecido las propuestas legislativas sobre la paridad de género y la diversidad sexual.

Recordó que los legisladores impulsan que México ratifique los compromisos con la Convención Iberoamericana de las Personas Jóvenes.

El senador Batres mencionó que el gobierno federal apoya a la juventud a través de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, que beneficia a más de 2 millones de ellos, y la Beca Benito Juárez, para estudiantes de nivel superior, y expresó que mediante esa nueva ley se podrán otorgar mayores derechos.

Destacó que en el Senado se preparan iniciativas encaminadas a que los jóvenes ejerzan todos sus derechos, como la propuesta para prohibir las llamadas terapias de reconversión, que buscan reprimir a los jóvenes e impedir que ejerzan su libertad y una que disminuye de 25 a 21 años la edad para ser senador.

Ser trata de profundizar los derechos sociales para la igualdad y el bienestar social y también las libertades de las y los jóvenes, por la que muchas generaciones de jóvenes han luchado.

Terminó su discurso , con una frase que repetían, dijo, los jóvenes del movimiento de 1968: entre más hago el amor, más ganas me dan de hacer la revolución.