Miércoles 24 de julio de 2019, p. a12
El boxeador ruso Maxim Dadashev falleció ayer como consecuencia de los golpes que recibió el viernes, en una pelea ante el boricua Subriel Matías, en Maryland. Una noticia sobre el drama del boxeo a sólo unos días del accidente en combate que sufrió el argentino Hugo Santillán, quien se encuentra grave, y a poco más de un mes de las lesiones cerebrales del mexicano Felipe Gallo Orucuta y del estadunidense Zab Judah.
El peleador ruso fue ingresado en un hospital de la Universidad de Maryland con una inflamación cerebral. Fue necesario retirarle una parte del cráneo para restar presión al cerebro inflamado y operado para quitarle un coágulo.
Después del episodio once, la esquina del ruso le suplicó que los dejaran parar la pelea, pues consideraban que ya estaba muy castigado.
Te están pegando demasiado, Max. Por favor, Max, déjame pararla
, rogó el entrenador Buddy McGirt y poco después el réferi detuvo la pelea por solicitud del equipo. El boxeador tuvo que ser ayudado para bajar del cuadrilátero.
El caso del peleador ruso estremeció a la familia del mexicano Felipe Gallo Orucuta, quien se recupera lentamente en un hospital de la Ciudad de México, tras la lesión que sufrió en Ixtapa-Zihuatanejo, donde peleó contra Jonathan Rodríguez el 7 de junio de 2019. Horas después fue operado en Uruapan, Michoacán, donde le fue retirado un fragmento del cráneo y un coágulo.
Me enteré de lo que le pasó el viernes al peleador ruso
, cuenta Jesús, hermano del Gallo; pero tratamos de no mantenernos al tanto, sobre todo porque le ocurrió lo mismo que a mi hermano, la lesión fue muy parecida y la cirugía también. Por eso enterarnos nos pesa demasiado; al mismo tiempo, dentro de la desgracia que nos toca, hemos sido afortunados de que mi hermano tenga la oportunidad de luchar por su vida y recuperar, con las limitaciones que sean, pero recuperar la salud
.
El Gallo ha empezado a recobrar fragmentos de memoria; reconoce gradualmente a su familia y la capacidad de hablar. Desde el punto de vista de los médicos que lo atienden, su recuperación es asombrosa y hay pronósticos optimistas.
“Empieza a reconocernos, de pronto hay que recordarle quiénes somos, pero ya empieza a tener más retención. Lo que no recuerda es la noche de la pelea. Se pregunta por qué está hospitalizado, pero cuando le decimos quién es, recuerda que es Felipe Gallo Orucuta”, cuenta Jesús.
“La carrera en el boxeo del Gallo ha terminado”, pero dada su reacción, los médicos tienen buenos pronósticos.