Un fuerte olor y una baja de presión en el monitoreo de combustibles que se transportan por los ductos de la ciudad condujo a las autoridades capitalinas a una toma clandestina en la colonia Anáhuac, donde se decomisaron 9 mil litros de gasolina almacenada en contenedores y garrafones, así como siete cámaras de vigilancia, informó el alcalde de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo.

Señaló que ningún integrante de esta “banda de huachicoleros” fue detenido, pero dentro del inmueble ubicado en la calle Lago Garda número 98, que funcionaba como centro de reciclaje de Pet desde hace dos años, se encontraron cuatro tomas conectadas al ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Las cámaras de vigilancia, que cuentan con imágenes del domicilio, ya están en manos de la Policía Federal, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República, donde se inició una carpeta de investigación por tratarse de un delito federal, indicó.

El personal del área jurídica de la alcaldía, por su parte, verifica los inmuebles aledaños para ver si su rol o giro es el que reportan o es diferente, cuya información se proporcionará a dichas instancias, así como los datos del dueño del domicilio donde se encontraron las tomas clandestinas.

Durante el acto solemne de disculpa pública, derivado de la recomendación 19/2018 de la Comisión de Derechos Humanos local sobre el tratamiento ilegal y arbitrario de datos personales por el uso de la red social Periscope, explicó que tras un reporte de la comisión de seguridad interna de Pemex acudió ayer a la 1:31 horas a dicho sitio.

▲ Aspecto del interior del inmueble, que hace tres años operaba como taller mecánico, el cual quedó bajo resguardo de personal de Pemex y de la Guardia Nacional.Foto La Jornada y Alfredo Domínguez

La falta de presión que detectaron en su monitoreo, entre las 22 y las 23 horas del lunes, fue reportada a personal de Protección Civil de la alcaldía, con el que se trasladó e ingresó al lugar ante el fuerte olor a combustible.

Adentro, comentó, ya no había nadie, pero sí evidencias, como cuatro tomas clandestinas en el ducto de Pemex, ubicadas cerca de un montón de botellas de pet; garrafones –11 con capacidad de 20 litros y otros 50 de 20– y tres contenedores de 3 mil litros de capacidad.

La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil informó que uno de los contenedores tenía agua y los restantes presumiblemente hidrocarburo, al igual que los garrafones.

Tras un recorrido por el inmueble, que se anunciaba como desperdicio industrial y recicladora de plásticos, la titular de la dependencia, Myriam Urzúa Venegas, encabezó acciones de prevención para salvaguardar la integridad de los vecinos, luego del acordonamiento de la zona.

La bodega, que hace tres años era un taller mecánico, quedó bajo resguardo de personal de Pemex y de efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional.