La brecha de género en el mundo laboral en México sigue siendo amplia, pues, de acuerdo con un estudio elaborado por la red social LinkedIn, sólo cuatro de cada 10 puestos directivos en las empresas establecidas en el país son ocupados por mujeres.

Ante dicha situación la plataforma laboral indicó que existe una falta significativa de liderazgo femenino en el país e importantes brechas que impiden el desarrollo profesional, pues sólo la mitad de las mexicanas que laboran en compañías perciben que tienen mayor dificultad para ser contratadas en una posición de alto mando por ser mujeres.

La investigación señala que existe inequidad de género en puestos directivos e intermedios en áreas en las que se requieren habilidades duras, es decir, las que tienen que ver con conocimiento, administración, medición de logros y organización, pues sólo cuatro de cada 10 ocupan cargos directivos.

Detalló que entre los cargos considerados está la dirección de recursos humanos, posición en la que existe mayor proporción, mientras puestos como dirección en operación y tecnología son, en su mayoría, ocupadas por hombres.

Cargos intermedios

Sin embargo, la inequidad también se repite en puestos de mandos medios (líderes de división, gerentes), pues también están ocupados, en su mayoría, por varones. Sólo 33 por ciento lo ocupan mujeres y ello impacta en el crecimiento de sus carreras profesionales.

El estudio, realizado a más de mil profesionales, incluyó un apartado para mostrar la percepción de los reclutadores sobre el género y sesgos en los procesos de selección para puestos directivos. En ese sentido, encontró que la mitad considera que la falta de mujeres en puestos directivos se debe a que la mayoría de los candidatos recomendados son hombres.

La mitad de las encuestadas consideran que existe gran dificultad para ser contratadas en una posición de alto mando por ser mujeres, mientras más de la mitad (siete de cada 10) creen que su aspecto ha sido importante para su desarrollo profesional.

Los reclutadores destacaron un factor por el que la cifra de mujeres en puestos altos es reducido: falta de disposición para sacrificar su vida familiar para ejercer los cargos.