Diálogos de verano
Viernes 19 de julio de 2019, p. 30
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, manifestó que los gobiernos progresistas no pueden dedicarse a administrar la pobreza, sino que deben generar un modelo económico que produzca una mejora social, lenta pero sistemática
, pues de lo contrario se corre el riesgo de generar procesos de regresión ultraconservadora.
A su vez, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, enfatizó que tras 30 años de un modelo neoliberal en el país, que se caracterizó por generar mayor desigualdad, la Cuarta Transformación tiene como principal objetivo garantizar el acceso a derechos humanos como educación, salud, vivienda, agua y cultura, así como una redistribución más justa de la riqueza.
Ambos gobernantes sostuvieron un diálogo abierto en el Teatro de la Ciudad, donde el visitante del país sudamericano destacó que si hay algo que no pueden perder los gobiernos progresistas es la ética.
Podemos perder elecciones, revoluciones, pero nos podemos rehacer... y si pierdes la moral no tienes con qué levantarte nunca más y la gente te habrá de sancionar hasta la siguiente generación
, expresó García Linera.
Sheinbaum resaltó que la ética es fundamental al señalar que muchos proyectos de gobierno en América Latina han fracasado por la corrupción, porque en el proceso convirtieron el servicio público en un negocio privado, y eso es inaceptable
.
El encuentro, moderado por la secretaria de Gobierno local, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, fue parte del foro Diálogos de Verano organizado por la Secretaría de Cultura. Sirvió también para el rencuentro del vicepresidente boliviano y la jefa de Gobierno local, quienes se conocieron hace 35 años en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, ella como estudiante de física y él de matemáticas.
En su oportunidad, Sheinbaum señaló que con el modelo neoliberal “durante años se quiso hacer un Estado pequeñito, y sin plantear qué es la solución –‘porque sí creo que la iniciativa privada y la competencia son indispensables en el desarrollo económico’– no se puede renunciar al papel del Estado como proveedor de los grandes derechos; tampoco se puede renunciar a la orientación del Estado en términos del desarrollo económico”.
Por ello, dijo, recuperar esa obligación del Estado es fundamental, así como procurar una sociedad menos desigual. Todos queremos vivir mejor, no en términos económicos necesariamente, sino que queremos vivir felices en una ciudad que tenga acceso al espacio público, que sea una ciudad segura. A eso nos referimos cuando hablamos de una ciudad de derechos
, expresó.