Necesario, contar con norma oficial: especialista; no está estipulado qué hacer con el problema, destaca
Lunes 15 de julio de 2019, p. 33
A través de redes sociales, habitantes y turistas se mantienen al tanto de la evolución del problema ambiental que ocasiona el sargazo en Quintana Roo. En mapas que se actualizan diariamente se presenta la ubicación de las playas que tienen desde baja hasta excesiva cantidad de la macroalga; ciudadanos reportan en fotografías el estado de los sitios. De esta forma, miles de personas toman decisiones cotidianas para sus actividades recreativas y laborales.
Por ejemplo, el mapa del sábado divulgado en la página de Facebook de la Red de Monitoreo de Sargazo Cancún indicaba que desde Tulum hasta Puerto Aventuras las playas contenían excesivo sargazo. En Playa del Carmen y Playacar la presencia del alga era moderada y en la zona de los hoteles Moon Palace y Riviera Cancún era abundante. En tanto, Isla Mujeres y Puerto Morelos se reportaron libres de sargazo.
Por esta vía se cuenta con elementos para definir a qué playa acudirán y los prestadores de servicios ofrecen opciones a los turistas, quienes así saben si el hotel al que prevén llegar se ubica en un lugar con abundancia de la macroalga. No a todas las playas lleguen cantidades masivas de esta alga; en Cancún hay muchas que están limpias, destaca un mensaje de aliento de los usuarios.
Ante la situación en la región por la llegada del sargazo, Rosa Rodríguez, especialista en ecología de arrecifes coralinos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM en Puerto Morelos, refiere que este problema no es exclusivo de Quintana Roo, pues este año comenzó presentarse en 19 países, entre ellos, Costa Rica, Belice, Honduras, Puerto Rico, Bahamas, Barbados y República Dominicana.
No se vislumbra una solución a corto plazo para evitar la proliferación de la macroalga, señala Rodríguez. Se hacen esfuerzos para la contención con barreras, subir el sargazo a barcos, la limpieza con maquinaria en las playas. Lo ideal es que ya no llegara
.
Destaca que aunque es un problema que requiere acciones internacionales, a escala local hace falta una norma oficial, porque hasta ahora lo que hay son lineamientos y oficios para el manejo de la alga, pero en la ley no está estipulado qué hacer con ella
. Si se encuentra en el mar es recurso pesquero, pero en la playa es problema de zona federal, luego es basura, y si produce gases puede ser un residuo peligroso.
A escala municipal debe haber planes de manejo del sargazo que incluyan el transporte, que en los sitios de confinamiento se deben colocar geomembranas para evitar que contamine el suelo y a futuro promover su uso en la industria. Una norma oficial daría certeza jurídica y favorecería la inversión. Sería lo más útil para compensar el costo de limpiar las playas y sacar el sargazo, considera.
Detalla que antes de 2014 la macroalga llegaba ocasionalmente, pero desde fines de ese año y en 2015 comenzó a presentarse en forma masiva. Los efectos que se observaron desde en el último año fueron la muerte de los pastos marinos, ya que la alga reduce el paso de la luz.
Explica que en Galveston, Estados Unidos, que está cerca de un mar de sargazos, el problema se presentó hace tiempo. A partir de 2011 empezó a haber reportes de su presencia para la parte oeste de África y este del Caribe.
Aún no se tiene certeza de cómo se desarrolla, hay varias hipótesis: viene desde Africa, del mar de los sargazos, lo provoca el calentamiento global y el exceso de nutrientes que llegan al mar. Pueden ser varias las causas que lo producen, apunta.