n medio de la impredecible vorágine de las mal llamadas tecnologías de información y comunicación (TIC), esas herramientas y programas de doble filo utilizados para procesar, administrar y compartir información más o menos conveniente al sistema social mediante soportes tecnológicos como Internet, computadoras, teléfonos celulares, redes, reproductores portátiles de audio y video, juegos y, por supuesto, la nefasta programación televisiva, aún se pueden encontrar auténticas minas de oro informativas y formativas para usuarios comprometidos con el cultivo de su espíritu, no con el reforzamiento de prejuicios y fobias.

Entre esas minas brilla, tanto por su enorme aportación a la cultura taurina universal cuanto por su variedad de temas, rápida accesibilidad y sencillez de uso, el portal taurino www.bibliotoro.com o Garbosa Acervo Taurino, acrónimo formado por los apellidos y el nombre de su creador y director: García Bolio Salvador, si bien éste aclara que la A corresponde a Alejandro, su hermano, especialista en informática y diseño computacional, quien mantiene actualizado el funcionamiento de tan valioso sitio.

¿Por qué la enorme valía de bibliotoro.com? Primero, porque constituye el acervo sobre temática taurina más completo y mejor ordenado que existe –16 mil 704 tomos en 14 mil 274 registros más 14 mil 154 imágenes, que incluyen las obras publicadas en México, España, Francia, Portugal, Perú, Colombia, Venezuela, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos–; segundo, porque se trata del catálogo más confiable, y tercero, porque está al alcance de todo aquel interesado en abrevar, con honestidad no con docilidad, del cúmulo de conocimientos y expresiones gráficas generados por la milenaria relación hombre-toro… con sólo apretar un botón. A esa inimaginable base de datos, el espíritu de servicio de su director añade 132 documentos, entre libros e ilustraciones a cual más de interesantes, completamente digitalizados para disfrutarlos página por página sentado cómodamente frente a la pantalla y al tamaño de letra que se quiera.

García Bolio, autor entre otros títulos de Bibliografía taurina de la tauromaquia y de el periodismo taurino en México, recuerda que de joven iba a las plazas y se emocionaba pero era consciente de que apenas sabía. Siempre he creído que no se debe hablar de lo que no se conoce y menos juzgar. Empecé a recorrer peñas taurinas y comprobé que allí era más la afición al alcohol que a los conocimientos, por lo que entonces frecuenté librerías de viejo y conocí a libreros con vocación, al grado de que si no me alcanzaba me fiaban los libros. Antes de cumplir 30 años fui a una subasta de libros taurinos en Los Ángeles; en dos días me lo gasté todo.

En casa de mis padres saqué la cama de mi cuarto para meter unos libreros y dormía satisfecho en el sofá de la sala. Fui el primer presidente de la agrupación Bibliófilos Taurinos de México y propuse calidad en las ediciones, no cantidad de publicaciones. En 1985 conocí al doctor Marco Antonio Ramírez, quien convocó a una semana cultural taurina en Morelia con exposición de colecciones de libros; ahí comenzó un esfuerzo conjunto de pasión por los libros gracias al entusiasmo del doctor, con un concepto de cultura que incluye la fiesta de los toros y su importancia cultural. Me encanta lo que hago y poder compartirlo con las personas interesadas en el conocimiento, no en la descalificación sin información, remata García Bolio.