o primero que recordamos es que antes de ser presidente, Adolfo López Mateos fue secretario del Trabajo y Previsión Social, prácticamente, durante todo el sexenio anterior a su mandato.
Era natural, entonces, que tuviera una relación importante con los principales líderes sindicales de aquella época. Dado que la nacionalización más relevante de su administración tuvo como aliado muy importante al michoacano Rafael Galván, quien en ese momento, además de ser líder sindical, era senador. Con esta relación se fueron dando uniones de trabajadores del gremio, incluyendo al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con Sánchez Delint y luego con Luis Aguilar Palomino.
Estos y otros sindicatos jugaron un papel primordial en el desarrollo sindical de la nación.
El 4 de diciembre de 1960, con la asistencia de López Mateos, se efectuó en el Auditorio Nacional,la constitución de la Central Nacional de Trabajadores. Los sindicatos de electricistas nacionales y otros, seguirían jugando su papel.
El líder petrolero Pedro Vivanco, tenía inicialmente el poder en Petróleos Mexicanos (Pemex), pero va subiendo ahí Joaquín Hernández Galicia, La Quina. En cambio, en el sector ferrocarrilero, los comunistas Demetrio Vallejo Martínez, líder del movimiento, fue reprimido, así como el líder Valentín Campa Salazar.
En cambio, en su política internacional, la oposición del presidente López Mateos fue ejemplar ante la intromisión y represión estadunidense contra Cuba.
También fue modélica la extensión del comercio internacional. Se llegó a los países del este de Asia, por ejemplo. Actualmente, ya empezó este proceso de apertura al comercio exterior después de que en las administraciones anteriores mantuvieron con Estados Unidos alrededor de 80 por ciento del total de las exportaciones.
Más tarde tomaron el poder en nuestro país los derechistas, cuando entró a la presidencia Carlos Salinas de Gortari, casi de inmediato encarceló a La Quina. Lo acusó de tener en su casa una gran cantidad de armamento, rifles en su mayoría. Eran armas viejas e incluso sin utilidad. Fue claro que ese armamento lo introdujeron los militares al domicilio del líder como pretexto, ya que Hernández Galicia se negó a que se privatizara Pemex. La Quina estuvo preso en el Reclusorio Oriente del Distrito Federal durante todo el sexenio y un poco más. Y tiempo después, falleció el 11 de noviembre de 2013.
Ahora, según este periódico, el que debería estar preso es Carlos Romero Deschamps, el líder charro del sindicato de Pemex, quien está muy asociado a Carlos Salinas. Sin embargo, hasta el momento, el único detenido es Juan Collado, abogado de la cúpula priísta; ambos estaban comiendo en un restaurante, donde también estaba presente el ex presidente Enrique Peña Nieto.
El ex presidente Salinas también ha cometido numerosos delitos, como ya es público. Así como el reciente ex mandatario Peña.
Todos los antes mencionados aparecían como ligados al fraude de Caja Libertad
dice el título principal de La Jornada en su página cuatro del jueves pasado.
Vemos el contraste entre la primera parte de este escrito, de un caso de progreso con el presidente Adolfo López Mateos, en varios sentidos, y el resultado de una enorme ratería de enriquecimientos ilícitos por parte de presidentes, funcionarios y sindicalistas neoliberales coludidos.
Las palabras del presidente López Mateos durante la expropiación eléctrica, son vigentes hoy: no habrá en la industria eléctrica ni merinos ni ladrones, porque contamos no sólo con la energía del gobierno, que habremos de poner en juego, sino con la lealtad de los trabajadores electricistas, que habrán de ser soldados permanentes en la vigilancia de los intereses del pueblo
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También vemos, en la actualidad, lo que podría ser el principio de un nuevo crecimiento, sindical.
Hemos presenciado diferentes actos de sindicalistas en los sectores petrolero, electricista y otros. Hemos vivido actos en las ciudades veracruzanas Poza Rica y Coatzacoalcos, en la guanajuatense Salamanca, en la tasbaqueña Villahermosa y en la Ciudad de México y antes en otras urbes.