Jueves 11 de julio de 2019, p. 18
La Oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito pidió a las autoridades mexicanas revisar la política criminológica y no necesariamente pensar en la cárcel como una solución.
En tanto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) convocó a los directivos penitenciarios a impulsar la aplicación de las reglas Mandela
, con el fin de que las personas privadas de la libertad cuenten con condiciones de encarcelamiento dignas y humanas.
Al celebrar por adelantado el Día Internacional de Nelson Mandela –que se conmemora el 18 de julio– los titulares de ambas instancias, Antonino de Leo y Luis Raúl González Pérez, respectivamente, coincidieron en la necesidad de que en México se elimine la prisión preventiva oficiosa
De Leo señaló que en la ONU se habla de una crisis global del sistema penitenciario. El encierro no funciona no solamente porque está lejos de los estándares internacionales, sino que no cumple con su objetivo fundamental, que es tener una sociedad más segura; los niveles de reincidencia son altísimos, más de dos terceras partes a nivel internacional reinciden
.
Para hacer frente a esa crisis, sostuvo, la estrategia se debe centrar en tres componentes: reducir la tasa de encarcelamiento y la prisión preventiva oficiosa; en ese sentido llamó al Congreso de la Unión a revisar la reciente ampliación del catálogo de delitos.
En el acto realizado en la Biblioteca México, en la Ciudadela, que a principios del siglo XIX fue una prisión política, la CNDH entregó la presea Nelson Mandela a Elías Carranza, experto en sistemas penitenciarios y quien huyó de la dictadura argentina en 1976 y se refugió en Costa Rica.
Carranza habló de la situación de las cárceles de América y del Caribe, donde la tasa de personas presas por cada 100 mil habitantes creció de 1992 a la fecha; esto tiene que ver, dijo, con el aumento de la criminalidad pero también con que las autoridades han usado excesivamente las prisiones.