La ceremonia fue usada políticamente: demócratas
Trump exhorta a la unidad y elogia a agentes de la Patrulla Fronteriza
espíritude los fundadores que lo mantuvieron fuerte. En las escalinatas del monumento a Abraham Lincoln y detrás de un vidrio sostuvo:
juntos somos parte de una de las mejores historias jamás contadas: la historia de Estados Unidos. Desde ese mismo lugar Martin Luther King pronunció su famoso discurso
Tengo un sueño.Foto Afp
Viernes 5 de julio de 2019, p. 24
Washington. Con tanques en exhibición y sobrevuelos de aeronaves, el presidente Donald Trump celebró ayer el poderío de Estados Unidos con elogios a los militares y a los héroes
que lo forjaron, y llamados a la unidad, en un inusual acto por el Día de la Independencia, una festividad tradicionalmente apolítica.
Proclamó que Estados Unidos es hoy más fuerte que nunca
, al reiterar un tema que ha utilizado en sus actos de campaña, y sostuvo que basados en esa fortaleza pronto plantarán la bandera estadunidense en Marte tras volver a pisar la Luna. También elogió al ejército y llamó a los jóvenes a unirse a las fuerzas armadas.
Trump, un republicano que quedó admirado por las llamativas muestras de orgullo nacional y fortaleza militar en Francia, desestimó las preocupaciones sobre el costo de la ceremonia y las connotaciones militaristas del acto realizado frente al Monumento a Lincoln, dedicado al presidente que defendió la unidad del país durante la guerra civil y desde cuyas mismas escalinatas Martin Luther King pronunció en 1963 su célebre discurso Tengo un sueño.
Al reunirnos esta noche en la alegría de la libertad, recordamos que todos compartimos una herencia verdaderamente extraordinaria. Juntos somos parte de una de las mejores historias jamás contadas: la historia de Estados Unidos
, mencionó Trump, acompañado por su esposa Melania en una ceremonia de una hora que la lluvia no logró aguar.
El 243 aniversario de la independencia de Estados Unidos de la corona británica tuvo su tradicional desfile en la Avenida Constitución y su concierto A Capitol Fourth en los jardines del Capitolio, sede del Congreso, antes de los consabidos juegos pirotécnicos al anochecer.
Pero la fiesta, en la que los presidentes tenían hasta ahora un bajo perfil, contó con el Saludo a Estados Unidos
del mediático Trump, el magnate inmobiliario que llegó a la Casa Blanca tras hacerse famoso como dueño de concursos de belleza y productor y presentador de televisión.
Entre gritos de ¡USA, USA, USA!
, el mandatario cantó loas a los logros del país, desde sus victorias bélicas hasta sus inventos científicos, tecnológicos e industriales y avances en derechos civiles.
Para los estadunidenses nada es imposible
, aseguró en una ceremonia plagada de patriotismo, que comenzó con la aparición del imponente Boeing 747, utilizado como avión presidencial Air Force One, y se cerró con distintos aviones de combate, entre ellos el raro bombardero B2.
Habló positivamente del ejército y, con una coreografía bien planificada, contó historias sobre cada rama de las fuerzas armadas para presentar diferentes sobrevuelos de aeronaves militares.
En presencia de su vicepresidente, Mike Pence, miembros del gobierno, el Congreso y representantes de todas las ramas de las fuerzas armadas, Trump rindió homenaje a los militares, policías, rescatistas y voluntarios del 9/11, así como a muchos civiles, incluidos los del movimiento sufragista y varias figuras negras prominentes, entre ellos Martin Luther King.
Pero también hizo referencias más controvertidas, al elogiar a los agentes de la Patrulla Fronteriza, muy cuestionados por su trato a los migrantes sin papeles provenientes de América Latina. Y citó a Betsy Ross, quien diseñó la versión antigua de la bandera estadunidense, denunciada recientemente como un recordatorio de la era de la esclavitud.
Mientras nos mantengamos fieles a nuestra causa, mientras recordemos nuestra gran historia, y mientras no dejemos de luchar por un futuro mejor, no habrá nada que Estados Unidos no pueda hacer
, añadió.
Cuando el mandatario pronunciaba su mensaje, una lluvia intermitente mojó a miles de asistentes que acudieron desde distintos lugares del país. Sus simpatizantes lucían sombreros con el lema Make America great again
(Haz a Estados Unidos grande otra vez).
Opositores al republicano criticaron el gasto que generó la celebración, por arriba de 2.5 millones dólares, sólo por el uso del lugar, además del costo por el vuelo de helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea y el traslado de invitados especiales.
El último desfile militar en la capital estadunidense se remonta a 1991, cuando se realizó para celebrar el fin de la Guerra del Golfo.
Los críticos del Saludo a Estados Unidos
, como Trump decidió denominar la celebración, destacaron que la jornada fue usada políticamente porque el presidente se colocó en el centro del festejo. El mandatario comenzó la semana pasada su campaña en busca de la relección.
Que una festividad históricamente cívica haya tenido un tinte tan militar y centrado en el presidente disgustó a muchos, en particular a la oposición demócrata, que aspira a sacarlo de la Casa Blanca el próximo año.
Este acto fue diseñado más para satisfacer su ego que para celebrar los ideales estadunidenses
, denunció el precandidato a la Casa Blanca Joe Biden, uno de los favorito en las encuestas.
También causó irritación que, aunque el show fuera abierto al público, hubiera sitios reservados para invitados VIP, importantes donantes republicanos y también altos jefes militares.
Tanquetas y vehículos de combate estaban estacionados en los alrededores, aunque no circularon porque sus pesadas ruedas podrían dañar las calles de la ciudad.
Y el Baby Trump, un inflable que muestra al colérico mandatario en pañales, fue desplegado por la organización izquierdista Code Pink. Pero se les negó el permiso para llenarlo de helio, por lo que no pudo volar.
Antes de que comenzara la lectura del discurso, manifestantes y seguidores de Trump se enfrentaron junto a la Casa Blanca, después de que opositores al magnate quemaron una bandera del país; no hubo mayores incidentes.