Martes 2 de julio de 2019, p. 31
En el país hay 250 plagas, de mil 247 detectadas en el mundo, que afectan el agro y hay riesgo de que entren al país enfermedades, como la fiebre aftosa, que afecta la carne de res, en particular los productos que proceden de Colombia, así como la fiebre porcina en carne de cerdo que llega a Venezuela de Rusia o China, sostuvo Antonio Segura Miranda, coordinador de la maestría en ciencia vegetal de la Universidad Autónoma Chapingo.
En un comunicado el investigador señaló que el país carece de una ley que regule el uso y aplicación de insecticidas y fungicidas, sustancias tóxicas que se emplean para impedir el crecimiento o eliminar los hongos y mohos perjudiciales para las plantas o animales. Estos químicos, por más eficaces que sean, si se usan en exceso pueden causar daños fisiológicos a las especies.
Producir alimentos suficientes para una población creciente como la mexicana, dijo, es un reto a superar, pues el agro nacional tiene además la intervención de otros seres vivos que consumen los productos esperados por los seres humanos, y son las plagas.
Expuso que el principal problema de las plagas es que ocasionan 30 por ciento de las pérdidas de una cosecha por ello la necesidad de contar con las herramientas necesarias para el manejo y control de las mismas. Chapingo y la Secretaría de Agricultura trabajan en la elaboración de una iniciativa de ley para el manejo de plaguicidas ante la contaminación y resistencia a plaguicidas y problemas endócrinos.
A su vez, Rafael Núñez Domínguez, coordinador de Posgrado de Producción Animal, indicó que los cambios científicos y tecnológicos están impactando los modelos de producción, transformación y comercialización de los productos de origen animal.
En países en vías de desarrollo, como México, se avecina un rápido aumento en el consumo de productos de origen animal; abastecimiento con producción local de sólo 60 por ciento de carne y 52 por ciento de leche; mayor utilización de dietas con base en almidones; incremento rápido en la importación de granos y el desarrollo de consorcios para la producción, precisó Núñez Domínguez.