Nueva York. Dos momentos del drama de la inmigración y una reiterada amenaza: en las calles de Nueva York jaulas con niños llorando y dando gritos; un jurado se negó a condenar a un trabajador humanitario que ayudó a inmigrantes en el desierto de Arizona y Donald Trump reiteró que aplicará una fase dos a México si no cumple con sus demandas para reducir el flujo migratorio en los próximos días y semanas.

Ayer por la mañana en 24 vías muy transitadas en la ciudad de Nueva York aparecieron jaulas con lo que parecían niños cobijados y grabaciones reales de menores inmigrantes llorando, provocando entre peatones reacciones diversas, algunas de dolor profundo. La acción, parte de una campaña de arte guerrillero llamada #NoKidsinCages, es parte de las protestas contra las separaciones de familias inmigrantes en la frontera (https://twitter.com/raicestexas; https://twitter.com/NoKidsInCagesUS; https://nokidsincages.com).

La campaña realizada por la empresa publicitaria Bader & Winters y Raíces, organización de apoyo legal a inmigrantes y refugiados en Texas, busca provocar reacciones al hecho de que más de tres mil niños fueron separados de sus padres en la frontera, viviendo en jaulas. Calculan que estos menores pasaron en promedio 154 días separados de sus padres, repartidos entre 17 estados.

La prueba definitiva de toda sociedad es cómo trata a los niños. Por normalizar la detención en jaulas, sólo vamos a pasar aún más bajo en el camino de abandonar los derechos de todos los menores, afirmó el director de Raíces, Jonathan Ryan, en un boletín de prensa.

La policía de Nueva York desmanteló las jaulas, pero no antes de que peatones y medios fueran impactados por la campaña, la que recordaba que miles de menores siguen separados.

En Arizona, Scott Warren, profesor universitario de geografía y activista humanitario de la organización No más muertes, enjuiciado por colocar agua y asistencia a inmigrantes en los desiertos del suroeste de Estados Unidos y quien enfrentaba una condena de hasta 20 años de prisión, fue absuelto cuando un jurado no logró el consenso para emitir un veredicto.

Warren fue arrestado en enero de 2018 poco después de que No más muertes difundió videos de agentes de la Patrulla Fronteriza destruyendo contenedores de agua dejados para migrantes.

Warren fue acusado de conspiración para transportar y albergar indocumentados. El caso generó atención internacional cuando expertos de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas expresaron su apoyo al acusado, declarando a las autoridades estadunidenses que otorgar asistencia humanitaria no es un delito.

Trump, en respuesta a preguntas de reporteros en la Casa Blanca, reiteró que México nos está ayudando mucho más sobre migración que los demócratas en Estados Unicos. En torno al acuerdo recién firmado con el país vecino, repitió que si hace una gran labor, entonces no vamos a tener mucha gente llegando (en referencia a inmigrantes). Si no la hacen, entonces tenemos fase dos, que es muy dura, pero creo que harán una buena labor.

También subrayó que el presidente de México (Andrés Manuel López Obrador) y yo tenemos una relación muy, muy excelente, y resaltó que el país vecino está trasladando 6 mil tropas a su frontera sur, un número, dijo, que nunca se había escuchado antes.

Por otro lado, nuevos cálculos registran que el número de inmigrantes mexicanos sin papeles se ha desplomado tan dramáticamente en los últimos 10 años que por primera vez en medio siglo no son la mayoría (aunque sí el grupo más grande) de la población indocumentada, reportó el Pew Research Center.

En 2017, el total de la población indocumentada en este país se redujo a 10.5 millones (1.7 millones menos que en su nivel más alto de 12.2 millones en 2007), incluyendo 4.9 millones de mexicanos. El número de mexicanos se redujo porque más dejaron Estados Unidos de los que llegaron, según Pew. (https://www.pewresearch.org/fact-tank/2019/06/12/us-unauthorized-immigrant-population-2017/).