Los gobernadores de las cinco entidades de la región centro-occidente, acompañados de representantes de la iniciativa privada, entre ellos, Gustavo de Hoyos Walther, de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y Carlos Salazar, del Consejo Coordinador Empresarial, se reunieron con el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, para presentar un proyecto de desarrollo económico y de inversiones públicas y privadas que consolide una región que, según dijeron, tiene un crecimiento económico de 4 por ciento anual.

El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, señaló que hoy la zona es una de las regiones más dinámicas del país, porque allí se asienta gran parte de la industrias automotriz y aeroespacial. Mencionó que el objetivo del encuentro era lograr el respaldo del gobierno federal en estas entidades –Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Aguascalientes y Jalisco– para mantener su dinamismo y aportación a la generación de riqueza en el país.

Aseveró que existe conciencia de la importancia de priorizar el desarrollo de la zona sur del país que requiere de atención especial, pero consideró que ello no debe implicar que se descuide el Bajío, porque si mantiene su ritmo de crecimiento de la última década –4 por ciento en promedio en las cinco entidades– se generan impuestos que se redistribuyen nacionalmente, e indirectamente apoyar al sureste.

Como Alianza centro-occidente, en el encuentro esbozaron algunas inversiones públicas y privadas que impulsarán y que buscan el ­acompañamiento del gobierno federal, pues existe presencia, ­además, de la industria procesadora de alimentos, petróleo y transporte de gas y petróleo. El presidente de la Coparmex señaló que la iniciativa pretende insertarse en la visión del gobierno federal para impulsar el desarrollo regional mediante el apoyo a proyectos importantes.

En la reunión cada uno de los gobernadores explicó las potencialidades de cada entidad para captar inversiones y se explicó las necesidades regionales que deben subsanarse para preservar el ritmo de crecimiento económico y generación de empleos: insuficiencia energética de la región; acentuada inseguridad; tejido social deteriorado y rezago educativo, entre otras carencias.