Miércoles 12 de junio de 2019, p. 22
El gobierno federal debe ampliar su cartera de grandes proyectos de infraestructura, ya que crecer 4 por ciento promedio anual –como promete el presidente Andrés Manuel López Obrador– requeriría incrementar la inversión 10 por ciento anual y duplicar la pública. La refinería de Dos Bocas, en Tabasco, no se va a construir; sobre el Tren Maya sólo resultan atractivos algunos tramos, y únicamente el proyecto del Corredor Transístimico parece realizable para los especialistas, comentó ayer Marco Oviedo, jefe de investigación económica para Barclays en América Latina.
Desde mi punto de vista la refinería no se va a llevar a cabo, porque técnicamente no se dan las condiciones que el gobierno federal está demandando. En tres años nadie ha construido una planta y puede suceder lo mismo que pasó con la de Tula, con (Felipe) Calderón. Hubo tantos problemas que al final se decidió no seguir
, expresó en conferencia de prensa.
Marco Oviedo no dudó que con los ajustes y medidas de austeridad realizados por la Secretaría Hacienda se logre un superávit de uno por ciento al cierre del año. Sin embargo, añadió, hay sectores en los que la contención del gasto tiene efectos contraproducentes.
El componente de inversión pública es muy importante en infraestructura, y si realmente este gobierno quiere alcanzar esa meta (crecimiento de 4 por ciento anual) tiene que tener un plan de infraestructura, del que hasta ahora hemos visto solamente proyectos que ya no están tan viables
, comentó.
Barclays tiene un estimado de crecimiento para la economía mexicana de 1.2 por ciento para este año y de 2 por ciento para el próximo, pero aún no se puede descartar una recesión. (El estimado) ya tiene bastantes factores componentes negativos incorporados y el único motor de crecimiento sería el sector servicios, que estaría creciendo a 3 por ciento, pese a que lo hacía a 2.5
, expresó.