La mayoría de las piezas no habían sido expuestas en España
Jueves 30 de mayo de 2019, p. 3
Madrid. Fra Angelico, el pintor que nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas
, fue también un artista visionario que transgredió las formas, las normas y los protocolos. Su época, el Renacimiento, era puro fulgor creativo, la renovación de todo: arte, cultura, humanidades y pensamiento. Y él, desde su atalaya monacal y con su pincel penitente, narró la historia de una época con un lenguaje inédito.
El Museo Nacional del Prado, en plena celebración por el bicentenario, inauguró la exposición Fra Angelico y los inicios del Renacimiento en Florencia, en la que con 82 obras –40 del pintor y 42 de artistas coetáneos suyos–, en la que se hace un recorrido brillante y prolijo en el que se explican los principales motivos por los que este monje dominico, en lugar de amurallarse en el silencio del convento o ensimismarse en la lectura impenitente del Evangelio, decidió hurgar en lo que ocurría en el mundo del arte y en plena efervescencia del Renacimiento hasta convertirse en uno de sus más singulares exponentes.
Fra Angelico es el nombre póstumo con el que trascendió fra Giovanni da Fiesole, un monje que ingresó por primera vez en el convento en 1418, precisamente en la ciudad de Fiesole. Según uno de sus principales biógrafos, Antonio Manetti, su talento con el pincel era innato y cuando pasó sus primeros días en el encierro conventual dedicaba largas jornadas a la iluminación de los misales y de otros libros religiosos.
La mayoría de las obras que se exponen en el Museo Nacional del Prado –la mayor parte de colecciones extranjeras, sobre todo de Europa y América– nunca antes habían sido expuestas en España y sirven también para contextualizar y comprender mejor algunas de las piezas más importantes y queridas de la pinacoteca madrileña, La Anunciación, a partir de la cual gravita el resto de la muestra. Además, esta pieza delicada y bella, en la que se conjugan todas las virtudes por las que Fra Angelico ha pasado a la posteridad como uno de los grandes genios del arte, fue recientemente restaurada, en uno de los trabajos más complejos en la historia del museo.
El director del museo, Miguel Falomir, explicó que “lo primero que verá el público es algo que no esta acostumbrado a ver, porque arte del Quattrocento italiano en España y en el Prado hay muy poco, por no decir prácticamente nada. De hecho, una de las razones de la exposición es llenar estas lagunas históricas. Y las hemos seleccionado porque representan el momento en que eclosiona la carrera de Fra Angelico en la década de 1420-1430, que es también uno de esos momentos decisivos del arte universal. Lo que ocurre en Florencia entonces es el origen del Renacimiento, que va a tener una repercusión extraordinaria en los siguientes siglos, por eso es tan importante”.
El comisario de la exposición y conservador emérito del Museo de Arte de Filadelfia, Carl Brandon Strehlke, añadió que tanto La Anunciación como La Virgen de la granada, que son las dos piezas esenciales de la muestra, “aportan nuevas perspectivas en torno al arte y pasajes italianos, ya que en la obra de Fra Angelico y en esta selección del arte del Quattrocento italiano destacan las pinturas episódicas, la arquitectura y la inspiración en la luz de Florencia, así como una gran devoción y religiosidad”.
La exposición se podrá ver hasta el próximo 15 de septiembre.