Chihuahua, Chih., La Red Fronteriza por los Derechos Humanos de El Paso, Texas, (BNHR por sus siglas en inglés) calificó como un engaño y truco político que la construcción del muro situado en la frontera de Texas y Nuevo México con Ciudad Juárez, Chihuahua, se esté financiando con dinero de ciudadanos de El Paso, Texas.

La construcción del muro es un truco político de grupos xenófobos, que lo construyen en complicidad con el gobierno del presidente Donald Trump; es parte de una campaña política para militarizar aún más la región fronteriza, seguir promoviendo el miedo, mantener a los niños en jaulas y crear caos, señaló Fernando García, director de BNHR.

Para la Red Fronteriza por los Derechos Humanos está muy claro que la construcción de una parte del muro en propiedad privada no es más que un truco político de los supremacistas blancos y los grupos xenófobos. Son parte de los mismos grupos de milicias que se hacen pasar por agentes de la ley, arrestan a los inmigrantes a punta de pistola y promueven el miedo en el sur de Nuevo México, denunció.

Estos grupos extremistas no pertenecen a nuestra comunidad fronteriza, no conocen nuestra frontera y no permitiremos que vengan y nos la definan. Estos grupos extremistas provienen de otras partes del país para seguir promoviendo su agenda racista en nuestra comunidad, para seguir imponiendo su creencia errónea de que necesitamos un muro para mantenernos seguros, cuando de hecho nunca lo habíamos necesitado.

BNHR está observando muy de cerca sus acciones y estamos listos para documentar cualquier violación a la Constitución de los Estados Unidos y los derechos de los residentes de la frontera. El Congreso ha dejado claro que no necesitamos un muro, y nos gustaría recordarles que nadie está por encima de la Constitución, alertó en un comunicado.

El grupo Patriotas Constitucionales Unidos y la empresa We Build the Wall construyen una valla metálica de 800 metros de longitud en un terreno privado aledaño a la frontera, en el límite de los estados de Texas y Nuevo México frente al museo Casa de Adobe en el lado mexicano, lugar histórico cercano al río Bravo, donde Francisco I. Madero instaló su cuartel en el año 1911, durante la batalla de Ciudad Juárez.