Lunes 27 de mayo de 2019, p. 22
Madrid. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y su líder y presidente del gobierno, Pedro Sánchez, lograron ayer un respaldo masivo en las elecciones municipales, autonómicas y europeas, en las que se confirmó la férrea disputa entre los bloques de la izquierda y la derecha.
Los resultados otorgaron mucho más poder territorial y municipal a los socialistas. Sin embargo, la izquierda perdió importantes feudos como Madrid y Zaragoza. Además, en la Comunidad de Madrid no se logró el vuelco electoral que preveían para expulsar a la derecha del gobierno después de 24 años.
En los comicios en los que se decidió el gobierno de más de ocho ayuntamientos, 12 de las 17 comunidades autónomas y de los representantes al Parlamento europeo, se confirmó la hegemonía del PSOE, a sólo un mes de las elecciones generales en las que Sánchez fue relecto.
El PSOE se impuso y logró mayoría para gobernar en La Rioja, Aragón, Islas Baleares, Islas Canarias, Castilla La Mancha, Extremadura y Asturias.
La derecha, liderada por el Partido Popular (PP), mantendrá el poder en la disputada Comunidad de Madrid –que conservó por apenas un diputado–, así como en Castilla y León, Murcia, Ceuta y Melilla.
Sánchez compareció eufórico y advirtió: después de este ciclo electoral tan intenso es importante que todos los partidos reflexionen para garantizar la estabilidad y proveer a los ciudadanos de justicia social
.
Estos resultados, aunque positivos para el PSOE, no lo fueron para el bloque de la izquierda, sobre todo por la caída en picada en prácticamente todos los municipios y autonomías de su socio preferente, Unidas Podemos (UP) y sus coaliciones regionales.
En la mayoría de las alcaldías del cambio
, que irrumpieron con fuerza hace cuatro años, la formación encabezada por Pablo Iglesias perdió y sólo conservó Cadiz.
Fueron especialmente amargas las derrotas en Barcelona, donde Ada Colau perdió frente al independentista de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Ernest Maragall, y, sobre todo, en la ciudad de Madrid, donde la independiente Manuela Carmena no podrá revalidar su gobierno, a pesar de que fue la ganadora de los comicios, pues la izquierda no sumó los escaños necesarios para la formación de gobierno.
Carmena llegó al poder enarbolando un proyecto regenerador y de combate contra la corrupción apoyado por una coalición de izquierda liderada por Podemos, pero en los cuatro años de desgaste del gobierno afloraron las fracturas que precipitaron su caída, tras ser superada por el bloque de la derecha –integrado por PP, Ciudadanos y la ultraderechista Vox–, que sumaron 30 escaños, frente a los 27 de la izquierda.
A partir de hoy se abrirán las negociaciones a varias bandas para la formación de los gobiernos locales y autonómicos.