Guadalajara, Jal., Nacer sin brazos no le impidió a la mexicana Adriana Macías convertirse en abogada, pero al descubrir que nadie le daba trabajo, se dedicó a escribir y dar conferencias sobre superación, y recientemente presentó una colección de ropa que diseñó, como casi todo, usando los pies.

Su discapacidad congénita la obligó a aprender desde niña a usar las piernas para un sinfín de actividades cotidianas. Aunque utilizó prótesis con garfios, a los 20 años tuvo que desistir de ellas por una contractura en la espalda provocada por el peso de llevarlas.

Con los pies lo mismo diseña prendas que escribe, se maquilla o hace tareas como cocinar, limpiar la casa o vestir a su hija de tres años.

En abril pasado, la también activista, de 41 años, mostró su nueva línea de ropa en la Semana de la Moda en México, donde presentó una colección otoño-invierno de 12 diseños de vibrantes colores y telas ligeras.

Su desfile fue incluyente: sus diseños recorrieron la pasarela en modelos con una pierna y en silla de ruedas.

La inclusión es un tema muy actual, y en realidad las personas no deben ser para la ropa, sino al contrario, señaló acerca de su colección, al describirla como muy accesible, muy cómoda, muy práctica, pero también muy formal.

Ella misma usa ropa hecha a medida, que le permite vestirse sólo con las piernas.

Sus pies son sus manos: gesticula, se acomoda el cabello, luce en ellos pulseras y anillos, y las uñas pintadas y decoradas con brillantina.

Llegar a la universidad, ese primer momento sin mis prótesis, sí fue muy complicado, recordó mientras movía las piernas con soltura. “Después el siguiente paso, quitarme los zapatos en la escuela, porque eso es de mala educación".

Estudió derecho y se graduó, pero nadie la contrató. Estaba triste por eso, contó. Para todo el mundo era como raro, impactante, que llegara alguien, se quitara los zapatos y pidiera trabajo.

Entonces comenzó con sus charlas motivacionales e incursionó en el mundo de la moda. Ha escrito tres libros y una obra de teatro.

Conocida en México por su historia de superación, en 2014 saltó a los titulares más allá del país por romper un curioso récord Guinness en una aparición en la televisión italiana: prender 11 velitas de cumpleaños con los pies en un minuto.