Chimalhuacán, Méx., Policías de Chimahualcán hostigaron y amenazaron con levantar a mujeres familiares de víctimas de feminicidio que llevaban una cruz para reponer una que autoridades municipales derribaron, la cual ellas habían colocado en la ribera del canal La Compañía, en protesta por la impunidad ante el creciente número de homicidios de mujeres en esta localidad.

A mediodía, la gente que exige justicia y castigo para los feminicidas, con apoyo de amigos y activistas realizaron un mitin; después marcharon por vialidades del barrio Xaltipac, y finalmente colocaron la nueva cruz en la ribera del canal de aguas negras.

Irinea Buendía y Ana, madre de Mariana Lima Buendía y tía de la niña Giselle, víctimas de feminicidios en Chimalhuacán, encabezaron la protesta.

Irinea encaró a los uniformados porque estos amedrentaron a los asistentes y les tomaron fotografías y videos con teléfonos celulares a los vecinos que se solidarizaron con el acto realizado este sábado.

Patrulleros aprovecharon el inicio de la marcha frente a la escultura Guerrero Chimalli para trasladarse a orillas del río La Compañía donde acosaron a las mujeres que se quedaron a cuidar los materiales de construcción que serían utilizados para levantar una nueva cruz.

En dos ocasiones aceleraron el motor de la patrulla simulando que atropellarían a las mujeres. Se alejaron y metros adelante interceptaron a otra, quien cargaba la cruz. Le advirtieron que esta era la tercera y última, pues para la siguiente, si continuaba participando en las protestas, te vamos a levantar.

La mujer, cuyo nombre se omite por seguridad, manifestó su temor de que los agentes regresarían por la noche para continuar acosándola, pues la vieron salir de su casa cargando la cruz.

Una mujer policía, quien con su pareja agredió a la vecina, se acercaron a Irinea para ofrecerle apoyo. Justificaron que cruzaron dos veces a alta velocidad porque respondieron a un llamado de auxilio. Incluso, le pidieron corroborar la información con su comandante, con su director.

No porque portan un arma se sientan con los suficientes tamaños y el suficiente valor para querernos intimidar, les respondió Irinea Buendía. La gente coreó consignas en su contra y entonces los policías se retiraron en las tres unidades, no sin antes tomar fotos y video de los rostros de quienes les reclamaban.

Me van a tener que matar si quieren callarme exclamó Irinea Buendía, quien pidió a los familiares, amigos y activistas continuar con las obras para levantar una nueva cruz al pie del canal, en esta zona peligrosa para las mujeres de Chimalhuacán.

Al final, las manifestantes repusieron la cruz. Esta es la segunda ocasión que atentan contra este símbolo en el municipio que ocupa el primer lugar de asesinatos de mujeres de los 11 municipios mexiquenses donde hace cuatro años se decretó alerta de género.