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Afirma María Novaro que no se fue sin permiso al festival de Cannes

Tampoco me regresaron; fue una coincidencia de tramitología, asegura la directora del Imcine a La Jornada

 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de mayo de 2019, p. 7

Ni me fui sin permiso al festival de Cannes ni me regresaron, dijo a La Jornada la directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), María Novaro, quien reconoce que por convicción volvió a México antes de tiempo y decidió dejar a su equipo –de tres personas– en el festival, con la idea de cumplir al pie de la letra la agenda prevista del instituto: llegar a las citas, coordinar proyecciones, buscar acuerdos y apoyar a los cineastas mexicanos que están allá, así como mantener a alguien en el módulo del mercado de cine, que aclara, no cerró antes de tiempo.

Novaro volvió a México en pleno inicio del festival de cine más importante en el orbe, en el que se da, además de glamur y celebraciones, el mercado más grande de películas, en el cual también se pueden concretar alianzas de coproducción y hacer planes de distribución.

Pero su regreso abrupto causó una ola de desinformación en medios y redes sociales: que si por la austeridad, que si no tenía permiso, que no hay sensibilidad en el gobierno ante la cultura…

En realidad fue una coincidencia de tramitología y protocolos institucionales que le tocaron vivir.

Decisión bien vista

Antes de relatar cómo sucedieron las cosas, María Novaro revela que su regreso fue bien visto: sus jefes consideraron que su decisión fue correcta en dos sentidos: volver al país y dejar en Cannes al equipo trabajando.

“Es una decisión –dice Novaro– que la he ido a explicar con sinceridad; con el punto paradójico de viajar con autorización y, luego, no tenerla; porque, entiendo, los oficios a los viajes salieron en un momento estando yo allá y eso dio lugar a que se creara esta bola de nieve.”

La funcionaria explica: “La tramitología la empezamos desde abril. Las autorizaciones nos las fueron dando y comenzamos así con las rentas de los espacios en Cannes, con las agendas… Al final fuimos autorizados por la Secretaría de Cultura, cuando por ahí se dijo que viajé sin permiso, lo que no es real. Fue todo planeado; lo cierto es que cuando se emitió el memorando de que los funcionarios que salieran al extranjero deberían ser autorizados por el Presidente, todos nos preguntamos: ¿ahora qué procede teniendo en puerta al festival?”

Novaro y su equipo viajaron a Francia el 13 de mayo y cumpliendo dos días efectivos de trabajo, fue notificada por teléfono que había llegado un oficio a la Secretaría de Cultura federal de que el viaje no estaba autorizado por Presidencia. Se trataba uno en el que el jefe del poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, daba la orden de que cualquier viaje oficial al extranjero pasara por su autorización. El de la comitiva de los funcionarios del Imcine no estaba autorizado.

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▲ María Novaro reconoce que por convicción volvió a México antes de tiempo y decidió dejar a su equipo en el festival para que cumpliera la agenda prevista.Foto Roberto García Rivas

Nos tocó un mal momento, asegura Novaro, porque fue en el que surgió la orden, pero nuestro viaje ya estaba consumado.

No sólo se trata de alfombras rojas...

La titular no sabía qué procedía y tomó la decisión de regresar en seguimiento a estar enterada (por medio de llamadas telefónicas) de ese oficio, que, hay que decirlo, al Imcine no llegó.

Fue una situación difícil de entender; de cómo yo tenía qué proceder. Hablamos de un viaje que se autorizó desde abril y se desautoriza (por así decirlo) ya estando en funciones (el permiso), comenta. Era un oficio del 12 de mayo que se envió a la Secretaría de Cultura. A ella le avisaron el día 15 de este mes.

Sin embargo, asume la responsabilidad de haberse vuelto y que su equipo se quedara.

Comenta: “Mucha gente no sabe que Cannes no es nada más alfombras rojas. También es un mercado intenso al que acuden titulares de institutos, exhibidores, productores… no se imaginan la planeación que es diseñar los días de trabajo para un encuentro como éste. Por ello, en la agenda está hacer los trámites con tiempo o la contratación con mucha anterioridad del stand de México. Consideramos que deberíamos estar en Cannes porque a sabiendas de los planes de austeridad, es una oportunidad única para no viajar el resto del año”.

Novaro regresó sola porque le parecía una “irresponsabilidad que no se quedara el stand funcionando. En Cannes no hay tiempos desperdiciados; allá cualquier momento es bueno para hacer vínculos, conseguir algo, apalabrarte… y a eso fuimos”. Por ello, un sinsentido hubiera sido que nos regresáramos todos.

Sabe que ahora existe esta dinámica de que los funcionarios no viajen, pero informa que todo lo demás sigue igual. O sea, los cineastas mexicanos y sus películas seguirán saliendo y contando con el soporte del Imcine, que, por su parte, se apoyará en el extranjero con los cuerpos diplomáticos nacionales.

Asumimos la austeridad y vamos a echarle imaginación para que las cosas no se atoren.