Río de Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rectificó ayer puntos de su decreto que autoriza el porte de armas para determinadas categorías, tras recibir oleada de críticas de diversas instituciones y constatar que había una brecha que facilitaba a civiles la adquisición de fusiles.

Según informó el gobierno en un comunicado, la versión rectificada veda expresamente la concesión del porte de armas de fuego portátiles (fusiles, carabinas, escopetas) al ciudadano común, que sólo podrá adquirir armas de menor calibre, llamadas de porte.

Sólo los propietarios rurales podrán adquirir ese tipo de armas y tenerlas en casa, añadió el gobierno, tras informar que los cambios se realizaron a partir de los cuestionamientos realizados desde el Poder Legislativo y por la sociedad en general.

Hubo críticas por algunos excesos en el decreto y el gobierno fue sensible a éstas, declaró ayer Sergio Moro, ministro de Justicia y Seguridad Pública, en entrevista para la radio local Bandeirantes.

El decreto que el 7 de mayo autorizó el porte de armas en la vía pública a determinadas categorías de civiles –políticos, camioneros, cazadores y quienes practican el tiro deportivo– fue cuestionado ante la justicia por consultorías técnicas del Congreso y organizaciones de la sociedad dedicadas al estudio de la violencia.

El lunes pasado Taurus, compañía brasileña fabricante de armas, anunció que desde la publicación del decreto recibió 2 mil pedidos de su fusil semiautomático T4.

El Supremo Tribunal Federal (STF) analiza si el decreto es inconstitucional, como acusan sus críticos, quienes consideran que violenta el Estatuto del Desarme, aprobado por el Congreso en 2003, que sólo puede ser derogado por una nueva ley, y no por decreto.

La flexibilización del porte de armas fue una promesa de Bolsonaro al lobby de seguridad que le dio importante apoyo en su campaña electoral.

Sin embargo, la medida generó temores de que acabe alimentando la espiral de violencia que en 2017 dejó casi 64 mil asesinatos en todo el país, lo que significa una tasa de 30.8 por cada 100 mil habitantes, cifra tres veces superior al nivel considerado por la Organización de las Naciones Unidas como violencia endémica.

Los gobernadores de 14 de los 27 estados brasileños, incluidos aquellos con índices alarmantes de violencia como Río Grande do Norte, Ceará y Pernambuco, publicaron ayer una carta abierta contra el decreto, por considerar que sus medidas no contribuirán para que los estados sean más seguros.

Tras asumir el poder en enero, Bolsonaro flexibilizó la tenencia de armas de fuego, eximiendo a los brasileños de tener que justificar la efectiva necesidad de tener un arma en casa.

Lula envía mensaje a Trump

En otro asunto, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde hace más de un año por supuestos actos de corrupción, que nunca se probaron, recomendó al mandatario estadunidense, Donald Trump, que cuide a su país y deje tranquila a Venezuela.

En entrevista con el periodista Gleen Greenwald, citada por el portal Brasil 247, recordó que hubo un periodo extraordinario en América Latina. El de más crecimiento, distribución de renta, de más inclusión social y ocurrió de 2000 a 2014 con su llegada a la presidencia y la elección de Néstor Kirchner, Ricardo Lagos, Cristina Fernández, Evo Morales, Hugo Chávez y Rafael Correa. Ahora usted está viendo un momento de la extrema derecha que está fracasando.