El director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, admitió que la especulación en terrenos por cualquier obra de infraestructura es muy difícil de controlar, pero aseguró que en el caso del proyecto de Tren Maya hay mecanismos para que ningún propietario se sienta la última Coca-Cola de la fiesta.

La estrategia consiste en que Fonatur tiene diversas opciones en donde pueden ser detonadas las estaciones del Tren Maya, y de esta manera a nadie se le da una sola opción de la ubicación de estos desarrollos, dijo el funcionario federal.

Explicó que la especulación en cuestión de terrenos y propiedades generada por una vía férrea se propicia en los sitios en donde se proyectan las estaciones, y no por dónde atraviesan las vías.

Hasta ahora no ha habido un fenómeno (de especulación) porque tenemos la estrategia, no le damos a nadie una única opción, buscamos tres opciones para tener dónde elegir una ubicación para las estaciones, señaló Jiménez Pons. Esto permite que nadie se crea la última Coca-Cola de la fiesta, sostuvo.

Agregó que la especulación es muy difícil de controlar y desgraciadamente hay gente que especula de manera no muy inteligente y aseguró que el Fonatur toma con mucho cuidado que las habilitaciones de las estaciones estén en zonas donde ya hayamos negociado las posibilidades de desarrollo e inclusión de propietarios particulares o ejidatarios para subirlos a programas específicos de desarrollo del proyecto.

A su vez, Eduardo López Moreno, titular del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), señaló que un proyecto como el Tren Maya genera un entorno altamente especulativo, pero dijo que la organización que encabeza trabaja en la captura de plusvalías en beneficio de las poblaciones.

El funcionario dijo que ONU-Habitat trabajará con Fonatur para controlar a los especuladores.

No hay incertidumbre

Jiménez Pons indicó además que no hay incertidumbre en torno al proyecto del Tren Maya, pues los inversionistas están muy convencidos.

Destacó que hay fondos de inversión que buscan participar en el proyecto del Tren Maya, como Goldman Sachs y Credit Suisse; e instituciones bancarias como Bancomer y Santander, entre otros, así como empresarios.

Recordó que el Tren Maya será financiado en 90 por ciento por capital privado y reiteró que sí hay apetito del sector empresarial para el transporte de carga.