Jueves 23 de mayo de 2019, p. 2
Madrid. Nuevas pruebas obtenidas con estudios de arqueobotánica del polen de cannabis apuntan a que esta planta se originó y empezó a cultivarse en la meseta tibetana.
La cannabis es probablemente una de las plantas más conocidas en la Tierra, porque produce cannabinoides, sustancias químicas que tienen un impacto pronunciado en el cerebro humano. Estudios anteriores han sugerido que la planta probablemente se originó en algún lugar de Asia central hace unos 28 millones de años, el punto en el que se separó de un antepasado, el salto común.
En este nuevo esfuerzo, investigadores de la Universidad de Vermont, el Colegio Middlebury y la Universidad de Nottingham trataron de precisar el lugar más probable donde comenzó a cultivarse la planta. Publicaron los resultados de su trabajo en la revista Vegetation History and Archaeobotany.
Analizaron estudios anteriores, y hallaron referencias a partes del sur de Rusia y el norte de China.
Un estudio más profundo los llevó a creer que el lugar de origen es la meseta tibetana, quizá cerca del lago Qinghai.