Funcionarios de la STPS pactan reunión para analizar las denuncias presentadas el próximo viernes
Martes 21 de mayo de 2019, p. 10
Tras la aprobación de la reforma laboral, la vida sindical al interior del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ahora tiene tres frentes: el sindicato tradicional, un grupo disidente que interpuso una denuncia en busca de nuevas elecciones internas, y un nuevo sindicato también opositor.
Ayer, el grupo de trabajadores disidentes bloqueó las oficinas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y denunció que han sido víctimas de violencia por órdenes de los líderes del “sindicato charro”.
Héctor López Carrasco, jubilado del IMSS y uno de los líderes de los trabajadores disidentes sostuvo que el pasado 13 de mayo acudieron a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en la Ciudad de México para una audiencia confesional del líder de la sección 32, Sergio Gutiérrez, a quien denunciaron por sancionar de manera indebida a sindicalizados que se han manifestado contra la cúpula gremial.
Durante la audiencia, alrededor de 200 personas que acompañaban al líder sindical golpearon a los trabajadores disidentes, entre ellos a López Carrasco y su familia, relató.
Tras la protesta de ayer en la que bloquearon por más de dos horas la avenida Paseo de la Reforma, funcionarios de la STPS pactaron una reunión para el viernes para analizar las denuncias.
López Carrasco agregó que pese a las agresiones que han sufrido, buscan mantenerse en este gremio, pero con la intención de sanearlo
desde dentro; indicó que a la par surgió el nuevo sindicato nacional democrático, encabezado por Armando Rosales Torres, el cual ya obtuvo su toma de nota.
“Esa es la molestia del sindicato charro, que surjan sindicatos como éste, que salió por este tipo de sanciones irregulares en contra de los trabajadores”, indicó López.
Por separado, Rafael Soto Cruz, otro de los representantes de trabajadores disidentes, afirmó que son 10 mil los trabajadores que han sido sancionados por el sindicato.