La presidenta nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, dejó temporalmente su escaño en el Senado de la República para dedicarse por completo al proceso de renovación de la dirigencia de su partido, que está previsto para realizarse en septiembre próximo.

El vicecoordinador de los diputados priístas, Rubén Moreira, advirtió que desde el Comité Ejecutivo Nacional de su partido se promueve un discurso para posponer la elección de la nueva dirigencia para 2020, cambiar el método y designar otro presidente interino. Eso sería la mayor traición al partido, pondría en riesgo las elecciones de ese año y prácticamente sería renunciar a ganar en 2021, dijo al ser entrevistado.

Agregó que la nomenclatura (en referencia al grupo que controla el tricolor) se queja constantemente de que no existe un padrón confiable, cuando lo relevante es que acudan a un proceso abierto todos los que han expresado ser priístas.

El discurso oficial nos lleva a pensar que la nomenclatura y su candidato oficial, y me refiero al doctor José Narro, quieren más tiempo o definitivamente apoderarse del PRI por la puerta de atrás, declaró.

En tanto, la dirigencia priísta busca fortalecer la estructura y movilización en las entidades en las que habrá elecciones el 2 de junio, donde acusa rezago ante los punteros. Con ese fin, ayer nombró al jalisciense Miguel Castro Reynoso como delegado especial en Puebla para tratar de apuntalar la candidatura de Alberto Jiménez Merino, tercer lugar en los sondeos.

Como parte del proceso de elección, los aspirantes a la presidencia del tricolor siguen con visitas a la militancia y con la mira puesta para la emisión de la convocatoria.