El proyecto original del Tren Maya se ha modificado casi 70 por ciento con el fin de atender las opiniones de gobiernos y de ambientalistas sobre la reducción de su impacto ecológico, informó el secretario del Medio Ambiente de Campeche, Roberto Alcalá.

Después de una reunión con la bancada del PVEM en la Cámara de Diputados, planteó que la construcción del tren no es el problema, el reto es evitar la especulación de predios o la destrucción de selva para dedicar tierras a actividades agropecuarias.

Dijo que Campeche será el estado con mayor participación en la obra,la cual no afectará las zonas arqueológicas ni las reservas porque en su mayor parte irá sobre el derecho de vía. Incluso señaló que los incendios forestales han causado mayor daño que el que podría generar el tendido ferroviario.

Ya construido el problema será manejarlo bien porque evidentemente la intención es trasladar al turismo de la Riviera Maya hacia la selva; y debemos definir las capacidades de carga de la selva para atender a los turistas.

Expresó que para el gobierno de Campeche el Tren Maya es una oportunidad de conexión, porque abrirá una gran oportunidad de derrama económica que requiere la entidad, así como Yucatán y Quintana Roo.

Alcalá sostuvo que se podrán desarrollar y utilizar los puertos de la península para exportación. Progreso y Carmen son importantes y no cuentan con comunicación ferroviaria.

Agregó que para evitar un cambio incontrolable en el uso de suelo, se crea un modelo de gobierno, así como la necesaria integración de organismos que regulen y revisen todos los aspectos del Tren Maya. Desde el primer proyecto se ha modificado casi 70 por ciento ante las opiniones de todos los que somos ambientalistas y queremos que se haga bien.

Por su parte, el biólogo Manuel Anzaldo expresó que no habrá repercusiones significativas por la construcción y habría que anticipar qué se ofrecerá de comer a los turistas.