Miércoles 8 de mayo de 2019, p. 7
La actriz Kate del Castillo, investigada el sexenio anterior por su reunión con Joaquín El Chapo Guzmán Loera, solicitó a la Fiscalía General de la República la copia certificada de la resolución de no ejercicio de la acción penal.
Para impedir la entrega del documento, argumentando el sigilo de la misma, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) interpuso un recurso; sin embargo, un tribunal colegiado de la Ciudad de México resolvió que se debe entregar la copia a Del Castillo.
Carece de sustento legal el sigilo, reserva y confidencialidad a que se hace mención en la negativa de la copia multicitada, fundada en el artículo 16 del Código Federal de Procedimientos Penales, con lo que queda de manifiesto el injustificado actuar del agente del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud, y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, de la Procuraduría General de la República
, indicó.
La entonces PGR inició la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDCS/523/2015, derivada del acercamiento que tuvo la actriz con el líder del cártel de Sinaloa cuando éste estaba en calidad de prófugo de la justicia.
El primer acercamiento fue por instrucciones del propio Guzmán Loera, quien pidió a su abogado, Andrés Granados Flores, localizar a la actriz para que lo asesorara para una película sobre su vida.
El Chapo Guzmán tenía interés en conocer a la actriz en persona, por lo que luego del contacto con los abogados, Kate del Castillo comenzó a tener trato directo vía mensajes telefónicos con el capo, quien le regaló un aparato móvil para ello.
Conversaciones interceptadas por el gobierno mexicano dan cuenta de que en septiembre de 2015 cruzaron mensajes tanto para saludarse como para saber los términos del filme y planear una reunión.
La actriz conoció en persona a Guzmán Loera, quien mandó a su gente por ella y por el actor Sean Penn, transportados en avioneta del cártel de Sinaloa hasta la zona serrana del Triángulo Dorado, donde se escondía el capo. Al no encontrar indicios contra la actriz, la PGR se desistió.