Miércoles 1º de mayo de 2019, p. 15
Con adiciones y el voto unánime de los 432 diputados presentes, se aprobó la minuta con reformas a las leyes Federal del Trabajo y del Seguro Social por la cual quedarán inscritos en ambas normas, los derechos de las personas trabajadoras en el hogar y de esa forma proscribir regímenes especiales discriminatorios.
De ahora en adelante corresponderá a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos fijar los salarios que habrán de pagarse a las personas trabajadoras en el hogar. La propuesta de origen tasaba como mínimo el pago en dos salarios mínimos vigentes. No obstante, los diputados desecharon esa proposición.
La minuta del Senado contemplaba que los empleadores se encontraban obligados a registrar el contrato celebrado con las personas del hogar. Los diputados, también, borraron esa propuesta. A esto se suma el descarte de la obligación para que los inspectores del trabajo acudieran a revisar las condiciones de los contratados.
Con esos cambios a la minuta, los diputados respaldaron la propuesta de los senadores al argumentar la aridez de la legislación vigente, que no prevé disposiciones sobre seguridad, higiene, riesgo o accidentes de trabajo, tampoco señala norma sobre descanso o jornada laboral y en ningún resquicio establece periodos vacacionales, prestaciones o aguinaldo.
La minuta, que fue calificada como el reconocimiento de una deuda histórica con el sector de las mujeres y hombres que trabajan en el hogar, provocó un agrio debate en el seno de la Cámara de Diputados porque el grupo parlamentario de Morena fue señalado por la oposición como el responsable del retraso en la dictaminación. Incluso, en la sesión ordinaria del lunes la presión contra la omisión en el procesamiento legislativo se manifestó con una protesta a cacerolazos al pie de la tribuna en el salón de sesiones.
El enojo de las diputadas del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PVEM doblegó a Mario Delgado, coordinador de Morena en San Lázaro, quien aceptó que se volvía a equivocar y garantizó que ayer se dictaminaría y se aprobaría en el pleno cameral, hecho que finalmente sucedió.