La migración indocumentada
a migración es un fenómeno que se ha presentado a lo largo de la historia de la humanidad y siempre ha generado problemas y oportunidades. A lo largo de este siglo, la difícil situación en países como Siria y Libia obligó a millones de personas a desplazarse a Europa, lo que ocasionó un rechazo por parte de la población y uno de sus efectos fue la ruptura de Gran Bretaña con la Comunidad Europea a través del Brexit.
Un fenómeno parecido, aunque de menores dimensiones, comienza a experimentar nuestro país con las caravanas de centroamericanos, de asiáticos y de africanos que aspiran vivir el sueño americano, y toman a México como lugar de paso.
Mientras en el pasado los migrantes cruzaban por nuestro territorio en pequeños grupos explotados por “bandas de polleros”, ahora lo hacen en un número creciente y en forma abierta, lo que ocasiona nuevos retos logísticos y de seguridad por su volumen y por la diversidad de naciones de donde provienen.
Por ello, Tonatiuh Guillén López, del Instituto Nacional de Migración (INM), mandó a un equipo de especialistas, coordinados por el director de asuntos jurídicos y de derechos humanos, Luis Alberto Cortés Ortiz, a la Estación Migratoria Siglo XXI ubicada en Tapachula, Chiapas, con el objetivo de controlar los flujos por esa frontera.
Es importante la labor del INM porque toda persona que cruce por nuestro país debe estar registrada y cumplir con las normas, lo que vuelve el tránsito más seguro y frena la llegada de maleantes y de fanáticos. Hay que señalar que hasta el momento no han pasado por México terroristas, lo que habla bien del cuidado de nuestro territorio, cosa que no pueden presumir otros países.
El control de la frontera sur de México generará certidumbre no sólo en el cruce, sino en todo el recorrido hacia Estados Unidos, lo cual también se reflejará en la agilización del paso de la frontera norte y en la regularización de los intercambios entre ambos países.
Por el momento ya se aprecian resultados positivos, entre los que se encuentran el control de disturbios, el registro de migrantes, el cumplimiento de la ley con aquellos que requieren de visa y la coordinación de los gobiernos centroamericanos y de Estados Unidos a través del INM.
