Después de casi dos años de haber iniciado la Liga Mx Femenil, la cual arrancó el 28 de julio de 2017, las condiciones laborales de las futbolistas mexicanas todavía presentan irregularidades. Un punto que aún no está claramente estipulado en sus contratos es la maternidad.

En los casos de embarazo, los contratos que expide la Federación Mexicana de Futbol (FMF) se apegan a la Ley Federal del Trabajo (LFT), la cual señala que se debe apoyar a las trabajadoras en el periodo de gestación hasta con 84 días de incapacidad, los cuales se dividirán en dos partes, antes y después de dar a luz, siendo que una atleta puede entrenar hasta los seis meses por recomendación médica, por lo que requerirían más tiempo del que otorgan las autoridades.

Tampoco se especifica si las directivas deben respetar a las futbolistas su lugar en el plantel después de dar a luz o si pueden rescindir el contrato y buscar un refuerzo.

Ricardo de Buen, abogado del deporte y laboral, señaló que en ese aspecto las futbolistas estarían amparadas por la LFT, pero aceptó que aún hace falta ser más precisos en los contratos. En otros países se empieza a trabajar sobre este tema, pero con un contrato colectivo, indicó.

Una de las ligas que pretende proteger a sus jugadoras en esta materia es la española. Según el diario As, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) propuso a finales del año pasado, junto con la Asociación de Clubes de Futbol Femenino, un convenio colectivo para las jugadoras de la liga ibérica.

En dicho acuerdo, indicó la publicación, se sugirió crear un fondo de garantía para que las futbolistas que estén esperando un hijo no queden desprotegidas mientras no puedan jugar. Asimismo, se pidió eliminar las cláusulas antiembarazo, que algunos clubes todavía incluían en sus contratos, mediante las cuales podían despedir o no renovar con la misma radicalidad que en un caso de dopaje.

Otro punto que ha causado controversia en los contratos de las jugadoras mexicanas es el tope salarial, el cual quedó establecido en 2 mil 500 pesos mensuales, de acuerdo con información obtenida por La Jornada.

Enrique Bonilla, presidente de la Liga Mx, defendió en junio del año pasado no aumentar los salarios al señalar que el torneo femenil es deficitario, no genera ingresos, las entradas a los estadios, en la mayoría, son gratis, los patrocinios aún no entran, los recursos salen directamente de las tesorerías de los clubes.

Patrocinios y audiencia

Los patrocinios han tardado en llegar a la Liga Mx Femenil después de cuatro temporadas, pese a que la afición ha mostrado interés en el certamen al imponer récords de audiencia. La ausencia de estos ingresos ha sido el argumento constante por parte de las directivas para no aumentar los salarios de las jugadoras y señalar que el torneo no es redituable.

Chivas fue el primer equipo en conseguir un patrocinio para el equipo femenil al firmar con la empresa de lácteos Sello Rojo, mientras Monterrey obtuvo convenios tras la final disputada ante Tigres en el torneo Clausura 2018.

Incluso, el conjunto rayado lanzó una playera especial con los patrocinadores que respaldan al plantel femenil. La marca de alimentos congelados Bokados y la empresa de comestibles HEB apoyan directamente al equipo de mujeres, al tiempo que comparten con el club varonil el contrato con AT&T y Coca Cola.

No obstante, son pocos los clubes que han conseguido recursos financieros para sus planteles femeniles, lo que repercute en los salarios de las jugadoras. Ante esta situación, algunas futbolistas han optado por buscar patrocinadores de manera individual.

Nayeli Rangel, delantera de Tigres, y Blanca Félix, arquera del Guadalajara, fueron de las primeras que firmaron convenios, aunque en el caso de la jugadora de Chivas el pago fue en especie al aceptar una oferta de la marca de guantes Rinat.

Es importante que las marcas nos vean a las futbolistas, incluso es una motivación para nosotras. Los patrocinios son una puerta gigante para recibir apoyo y motivación, dijo Félix.

En el plano internacional, firmar con un patrocinador también es complicado, incluso cuando se es la ganadora del Pichichi en España, como Charlyn Corral. La delantera mexicana ha destacado en los años recientes con el club Levante y en la selección tricolor, pero ella misma confesó que no tenía una marca que la respaldara con el equipo que necesita para los entrenamientos.

Antes tenía patrocinador, pero muchas veces se necesita ser valientes en ese sentido de apostar por el futbol femenil. A veces creen que este deporte no vende, pero se debe trabajar para eso, que las marcas sean más abiertas de mente, apuntó Corral.

La supuesta falta de interés por parte de la afición se ve contrastada con la asistencia que se registra en los estadios, la cual ha llegado a un promedio de mil espectadores por partido, según cifras oficiales de la Liga Mx Femenil, mientras en la fase final se han impuesto récords.

Tan sólo el partido de vuelta de la final femenil del torneo Clausura 2018 entre Rayadas y Tigres, disputado el 4 de mayo del año pasado, impuso un récord de asistencia a escala mundial al registrar 51 mil 211 espectadores en el estadio BBVA Bancomer.

La marca de la mejor entrada a un duelo de clubes de futbol femenino pertenecía precisamente al juego de ida de dicha final, cuando el 27 de abril de 2018 el estadio Universitario recibió a 38 mil 230 aficionados.

A su vez, dicha cifra superó al récord que había sido impuesto en el torneo inicial de la Liga Mx Femenil, el Apertura 2017, en el choque de vuelta de la final entre Chivas y Pachuca, efectuado el 24 de noviembre de 2017, cuando el estadio Akron fue visitado por 32 mil 466 seguidores.

El récord de la final regia apenas fue superado el pasado 17 de marzo, en el encuentro de la liga femenil española entre el Atlético de Madrid y el Barcelona, cuando un total de 60 mil 739 personas asistieron al estadio Wanda Metropolitano.

El futbol femenil ha ganado atención por méritos propios. Lo que hace falta es que se vuelva una profesión como lo es para los hombres y todas podamos vivir de esto, comentó Nayeli Rangel.