Sentir el juego sin ver, seguir cada movimiento en la cancha con las manos, compartir la euforia de la afición con vibraciones, así viven el futbol el colombiano sordociego José Manuel Villegas y la mexicana con discapacidad visual Gabriela López, quienes podrán disfrutar este sábado del duelo entre América y Santos en el estadio Azteca con apoyo de un lenguaje especial.

Un tablero de madera de 30 por 50 centímetros se convierte en la cancha, las manos del intérprete colombiano César Daza guían las de José Manuel para recrear los pases, tiros a gol y cada recorrido del balón en el terreno de juego. El proyecto se llama Futbol con la piel y se creó por necesidad de otro aficionado sordociego, José Richard, a quien le narré un partido entre Millonarios y Santa Fe, explica Daza, director de la fundación Sin Límites.

Al nacer de manera prematura, Villegas sufrió un desprendimiento de retina y en su infancia perdió la capacidad de audición. Ahora utiliza aparatos especiales para escuchar, por lo que las crónicas de radio le permitieron conocer el balompié, un deporte del que se apasionó y podrá experimentar con un lenguaje especial que desarrolló Daza.

“Es muy bonita la manera como César narra los partidos, porque no sólo es escuchar, es un juego de sentidos, está involucrada la parte táctil y el oído. Siento todos los movimientos con las manos y eso genera una perspectiva más amplia, es como si estuviera en la cancha y fuera el jugador", asegura emocionado.

Villegas es el único aficionado que le da la espalda a la terreno de juego para seguir el encuentro. Enfrente, Daza se sienta con el tablero sobre una mesa, cada mano representa un equipo y con un código que ambos conocen narra las jugadas.

Un golpe entre ambas manos es un choque entre futbolistas, tocar las puntas de la tabla es un saque de esquina. Villegas siente el ímpetu con el que los aficionados animan a su equipo o cuando les reclaman con rechiflas, la vibración del tablero se lo dice.

De pronto, las manos caen de sopetón y con velocidad los dedos llegan hasta un extremo del tablero, las vibraciones se encuentran en el punto cumbre; Villegas festeja, avienta el tablón, no es para menos, sabe que el gol ha llegado.

Siempre he dicho que me gusta más ver el futbol que jugarlo, dice entre risas el extrovertido Villegas, quien se dice seguidor de la selección mexicana. El joven de 19 años también revela su admiración por el América y el ex delantero de Chivas, Javier Hernández, las rivalidades entre estos no le incomoda, él disfruta del balompié de manera pura.

Más allá de la inclusión, la intención de Daza con este proyecto es mandar un mensaje de fraternidad. La verdadera discapacidad no está en lo visual, sino en la intolerancia y falta de respeto que se desata entre aficionados rivales.

Los costos de traslados de Colombia a México corren a cargo de la asociación que preside Daza, por lo que el intérprete espera que en un futuro cercano varios equipos o jugadores apoyen con los boletos de los partidos para que más aficionados sordociegos vivan esta experiencia.

El América ha sido el primer club en responder, y tanto José Villegas como Gabriela López convivieron ayer con su ídolo, el volante Mateus Uribe. El sueño continúa y el siguiente episodio es en el Azteca, por lo que ya se preparan para sentir cuando el balón llega a las redes y gritar con éxtasis ¡Goool!