El acoso y violencia sexual contra las mujeres en el transporte público es alto en Monterrey, Nuevo León, y la Ciudad de México, pues el porcentaje de usuarias que ha vivido al menos un agresión de este tipo es de más de 90, según datos de ONU Mujeres México.

Para Monterrey, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas y la organización Estudios y Estrategias para el Desarrollo y la Equidad levantaron una encuesta, la cual arrojó que 91.6 por ciento de usuarias ha enfrentado por lo menos una manifestación de este tipo.

En el diagnóstico Acoso sexual y otras formas de violencia sexual en el transporte público: área metropolitana de Monterrey, se destacó que 90.4 por ciento de las mujeres que fueron víctimas en los 12 meses pasados no acudieron a ninguna autoridad a pedir apoyo, tampoco a denunciar.

Entre las principales razones por las que no dieron parte a la autoridad están el desconocimiento de que pueden hacerlo; sobre los lugares a los cuales acudir, la consideración de algunas mujeres es que el hecho no tiene importancia, hay desconfianza en las autoridades, les falta tiempo y tienen miedo.

Señalaron que es en los taxis (52.8 por ciento) donde sienten más miedo de estar solas; siguen los autobuses (41.2 por ciento), el Metro y la calle (32.8) y los paraderos (23.3 por ciento).

En el caso de la capital del país, en el documento Encuesta sobre la violencia sexual en los transportes y otros espacios públicos de la Ciudad de México, elaborado en conjunto con el Gobierno de la ciudad, ONU Mujeres México señaló que 96.3 por ciento de las usuarias han sufrido por lo menos en una ocasión, a lo largo de su vida, estas agresiones.

El 84.5 por ciento no denunció debido a que no confía en las autoridades, no sabía que podían hacerlo, consideraba que no tenía importancia y no tenían tiempo.

El lugar que mencionaron con mayor frecuencia en el que se ha presentado alguno de los casos de violencia es el Metro (72.9 por ciento), seguido de la calle (70.4), los microbuses (57.9) y los paraderos (36.7 por ciento).

En relación con los actos violentos señalados, tanto en la Ciudad de México como en Monterrey, las usuarias mencionaron principalmente las miradas morbosas, piropos obscenos u ofensivos, se les recargaron en el cuerpo con intenciones de carácter sexual, les hicieron sentir miedo de sufrir un ataque o abuso sexual y les dijeron palabras ofensivas o despectivas respecto de ellas o las mujeres.

ONU Mujeres México destacó que la violencia sexual en espacios y transporte públicos se reafirma como forma de discriminación por género, se ejerce principalmente contra las mujeres y ocasiona efectos importantes en el menoscabo del ejercicio de sus derechos, entre otros, el de vivir una vida libre de violencia, la movilidad, el goce a la ciudad y, de manera fundamental, la igualdad.

Advirtió también que la información institucional recopilada en el país sobre agresiones, en particular en transporte, es dispersa y débil.