La Pasión de Cristo que se realiza cada año en el cerro de la Estrella llega a su 176 representación ininterrumpida con la participación de 12 mil actores, más de siete mil 500 policías y el propósito de que sea declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglos en inglés).

El tradicional viacrucis –que se realiza desde 1863– por los ocho barrios, ubicados en la alcaldía de Iztapalapa, es una forma de rescatar esta tradición, promovida por los habitantes de ese lugar, que cada año están listos para recibir a millones de espectadores en Semana Santa.

El comité organizador, formado por los pobladores, eligió entre varios candidatos a José Antonio Reyes de 23 años de edad para interpretar a Jesús de Nazareth.

El joven estudiante del Instituto Politécnico Nacional que será crucificado es nativo de la zona, católico con la primera comunión, no tiene tatuajes ni perforaciones; demostró tener buena salud y condición física, y es soltero y sin hijos.

Ayer, los actores realizaron el recorrido por los ocho barrios y representaron los Concilios, La Última Cena, el Lavado de Pies y el momento en que Jesús es vendido por Judas, entre otras escenas que recuerdan el sacrificio del llamado Hijo de Dios.

La representación de la Pasión de Cristo continuará hasta el domingo, con especial énfasis hoy, en El Juicio, La Presentación de Jesús ante Poncio Pilatos, el Viacrucis hacia el cerro de la Estrella y la inminente Crucifixión.

Hace unos días, la alcadesa Clara Brugada sostuvo: La representación de Semana Santa es la máxima expresión cultural de Iztapalapa; el más genuino y avasallador teatro de masas que queda en México, según describió Carlos Monsiváis. De ahí la importancia de que sea considerado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.