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La Semana Santa Cora se niega a desaparecer
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Borrados, jóvenes de la etnia huichol que festejan la Semana Santa como en la sierra nayarita.Foto Myriam Navarro
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 19 de abril de 2019, p. 8

Tepic, Nay., A pesar de que no nacieron en la sierra nayarita, decenas de huicholes pintan sus cuerpos de negro con ceniza, acto al que se le conoce como borrarse, y desde la noche del miércoles están en ayuno de alimentos y líquidos. Es la preparación de la Semana Santa Cora que se realiza en la colonia Zitakua de Tepic, ubicada en la parte alta de esta ciudad.

Dos jóvenes vigilan que nadie ingrese al kaliwey (centro ceremonial) hasta que sean las 12 del mediodía y a que el chamán acuda a bendecir el agua y la comida que mujeres de la etnia y mestizas donaron para alimentar a los borrados, que han ofrecido mandas a cambio de salud, trabajo, pasar materias o simplemente para que les vaya mejor en este año.

Con sus cuerpos pintados caminan por las calles de la colonia vigilando que quienes participan no beban agua o consuman algo de comida, de hacerlo serán amarrados al poste de castigo durante dos horas al menos.

Sergio Benítez Torres, gobernador tradicional de Zitakua, señala que son tradiciones que ellos se niegan a perder, aunque no vivan en la sierra. Incluso planea abrir más sus ritos de usos y costumbres hacia la ciudadanía: planea hacer una invitación general a la ciudadanía para que asistan y conozcan esta tradición milenaria.

Sentado afuera de la Casa de la Mujer Anciana vigila que el patio ceremonial sea regado para que cuando llegue el chamán esté en aptas condiciones, y ordena a los vigilantes de la entrada al kaliwey que dejen pasar a las mujeres que llevan comida y agua para que comiencen a servir en los platos y en cuanto los borrados sean bendecidos puedan comer y beber.

De pronto se escucha un sonido, parecido al de un tambor, sin embargo, es una vara que se estrella en el asiento de una cubeta blanca, es el anuncio de que los judíos o borrados se acercan al kaliwey, y lo hacen corriendo, uno tras otro; hay niños, adolescentes y adultos según se aprecia tras la pintura que los cubre. Corren alrededor de la piedra sagrada y se forman afuera del centro ceremonial.

Dentro, el chamán ha bendecido el agua y sale a esparcirla sobre ellos auxiliado por un pequeño ramo de flores, con lo que da por terminado el ayuno y los borrados comienzan a ingresar al kaliwey para beber agua que les ofrece su gobernador; luego acuden con las mujeres a tomar un plato de comida, mientras la comunidad permanece en silencio.

Benítez Torrez informa que por la noche velan al cristo y hoy, Viernes Santo, realizarán el viacrucis y tendrán otras ceremonias más, añade que para la etnia es de suma importancia que estas costumbres no mueran o se modernicen porque en ellas se encuentra plasmada la cosmovisión huichola.