Londres. Diputadas alemanas y españolas se manifestaron este lunes afuera de la cárcel de Belmarsh, en Londres, donde se encuentra Julian Assange, para protestar por su detención y llamaron a Gran Bretaña y la Unión Europea a evitar su extradición a Estados Unidos.

Heike Hansel y Sevim Dagdelen, diputadas alemanas de Die Linke (extrema izquierda), y Ana Miranda, eurodiputada española de los Verdes, iban a reunirse este lunes con Assange en la embajada de Ecuador en Londres, pero tras su expulsión y arresto la semana pasada, decidieron protestar afuera de la prisión ubicada en el sureste de esta capital.

Estamos frente a un imperativo humanitario ahora que Reino Unido tiene en custodia a Assange, quien tiene un pedido de extradición de Estados Unidos, luego de que altos funcionarios estadunidenses, incluido el presidente Donald Trump, lo amenazaran de muerte, declaró Miranda.

Una extradición a Estados Unidos sentaría un peligroso precedente; esto amenaza con criminalizar el periodismo, agregó la legisladora.

Dagdelen llamó a Londres y a la UE a frenar el pedido de extradición y pidió a Alemaia y España que le otorguen asilo. Soy amiga de Assange. Es un hijo, un padre, un hermano y un buen amigo. Sacrificó su vida por la verdad. La Unión Europea debe actuar para proteger a un editor y periodista perseguido político.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, aseguró al diario británico The Guardian en una entrevista publicada este lunes que contaba con garantías escritas de Reino Unido en relación con el futuro de Assange, detenido el pasado 11 de abril tras permanecer asilado casi siete años en la embajada de Ecuador en Londres.

Se trata de tres cartas, dos de ellas firmadas en marzo y en agosto de 2018 por quienes en ese momento ocupaban el Ministerio del Exterior británico, Boris Johnson y Jeremy Hunt. En ellas, el gobierno de Reino Unido explica que no cabe extradición alguna si la persona aludida puede ser objeto de pena de muerte y si antes no recibía garantías expresas.

El ciberactivista esgrimió su potencial extradición a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la filtración de cientos de miles de documentos secretos, como principal argumento para defender su refugio en la embajada ecuatoriana, pero Moreno le revocó el asilo diplomático concedido en 2012 y le retiró la nacionalidad ecuatoriana otorgada en 2017.

Funcionarios de Ecuador difunden historias demenciales sobre la estadía de Assange en la embajada de su país en Londres, en particular sobre el supuesto gato espía del activista, a fin de desviar la atención de su vergonzosa expulsión, tuiteó Kristinn Hrafnsson, editor en jefe de Wikileaks.

“Moreno afirma que Assange hackeó su teléfono, y el embajador declara al Daily Mail que podría haber entrenado al gato de la embajada para espiar. Esto es surrealmente idiota”, aseveró Hrafnsson.

El gato podía ir a todos los cuartos, sospechamos que podía llevar un dispositivo para espiarnos, declaró el embajador ecuatoriano en Londres, Jaime Marchan, al rotativo. Aseguró que el dispositivo con cámara y micrófono estaba en el collar del gato.

Desde el jueves pasado, Ecuador ha registrado más de 40 millones de ciberataques a portales de Internet de instituciones públicas, provenientes de Estados Unidos, Brasil, Holanda, Alemania, Rumanía, Francia, Austria, Reino Unido y Ecuador.