Londres. La abogada de Julian Assange, Jennifer Robinson, declaró este domingo que el fundador de Wikileaks está dispuesto a cooperar con las autoridades suecas si reabren el caso de violación contra él, pero que su prioridad sigue siendo evitar una extradición a Estados Unidos.

Estaremos felices de responder a esas preguntas cuando se presenten, aunque la cuestión clave por el momento es el pedido de extradición de Estados Unidos, aseguró Robinson al canal de televisión británico Sky News.

Si el gobierno de Suecia solicita su extradición pediremos las mismas garantías que ya hemos formulado: que no sea enviado a Estados Unidos, agregó.

Assange nunca ha estado inquieto por hacer frente a la justicia británica o sueca. Su verdadera preocupación es la de ser enviado a un tribunal estadunidense.

La abogada calificó de escandalosas las recientes acusaciones del gobierno ecuatoriano contra el comportamiento del australiano dentro de la embajada, respecto de que habría manchado las paredes con su excrementos.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, también denunció que Assange intentó crear un centro de espionaje en la embajada.

En tanto, John Shipton, padre de Assange, pidió al gobierno de Australia que extradite a su hijo y se declaró conmocionado por el mal aspecto físico que tenía cuando lo arrestaron, en entrevista para el diario Melbourne Sunday Herald Sun.

Soy un hombre de 74 años y tengo mejor aspecto que él, que tiene 47, lamentó Shipton. Estoy conmocionado. Durante meses y meses estuvo viviendo como prisionero de alta seguridad, ni siquiera podía ir al baño en libertad, había cámaras vigilando todos sus movimientos.

Kellyanne Conway, asesora de la Casa Blanca, comentó en el programa Meet the Press, de la cadena NBC, que no cree que el presidente Donald Trump tuviera conocimiento previo de que Assange iba a ser arrestado por Scotland Yard y acusado por fiscales de Estados Unidos, pero afirmó que el mandatario está en contra de la publicación de información secreta.

Assange fue arrestado el jueves en la embajada de Ecuador en Londres, donde estaba asilado desde 2012, luego de escapar a una orden de detención británica por acusaciones de violación y de agresión sexual en Suecia. Después fue informado de que Washington había solicitado su extradición por la filtración en Wikileaks de miles de documentos clasificados.