La corrupción y el despilfarro, dos conductas comunes en los países americanos, dañan el buen uso de los recursos que las sociedades destinan a la salud, advirtió el representante en México de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), Cristian Roberto Morales Fuhrimann.

Ante ello, se requiere la rectoría fuerte del Estado, capaz de generar normas y asegurarse de que se cumplan. El cohecho y desvío de recursos es un problema común en todas las naciones, no es propiedad de los países pobres; también lo vemos en los ricos, aseveró el funcionario multinacional.

En entrevista a propósito de la reciente publicación del informe Salud universal en el siglo XXI: 40 años de Alma-Ata, Morales Fuhrimann explicó que la autoridad tiene la responsabilidad de organizar el financiamiento para que existan recursos suficientes y la salud llegue a todos. Ello significa no sólo tener más dinero, sino verificar que se gaste bien, y eso implica luchar contra todos los fenómenos que tienen que ver con la corrupción y el derroche.

Ambos son muy dañinos para la buena utilización de los recursos financieros que con tanto esfuerzo la sociedad dirige a la salud, advierte.

En relación con la eficiencia, que está muy asociada a la ética, recomienda poner énfasis en la mejora de la capacidad de planificación, compra y distribución.

También sugirió hacer mejoras en la capacidad de hospitales y centros de salud con recursos humanos suficientes, calificados y motivados, además de que cuenten con los medicamentos y las tecnologías requeridas.

La OPS emitió una serie de recomendaciones a los países del continente, entre ellos generar mecanismos de regulación y fiscalización del sector privado para alinearlo con el propósito de garantizar el derecho a la salud.

Destacó la necesidad de construir una agenda amplia que permita fortalecer y modernizar las estructuras del Estado y facilitar la contribución del sector privado en los procesos de innovación para avanzar hacia la salud universal.

Así, para el organismo es imprescindible generar los mecanismos de regulación y fiscalización que cumplan las normas establecidas y tengan como horizonte el bienestar de las personas, mediante instrumentos de transparencia y rendición de cuentas en el funcionamiento de las estructuras del Estado responsables de la regulación del sector privado.

Morales Fuhrimann expresó que entre los grandes desafíos de los sistemas de salud de los países de América Latina, México entre ellos, es lograr la universalidad de acceso a servicios que sean de calidad e integrales: Se necesitan servicios curativos, pero también de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad.